Más del 93% de los estadounidenses tiene una mala salud cardiometabólica, según estudio

Investigadores de la Escuela Friedman de Ciencias y Políticas de Nutrición de la Universidad de Tufts y el Centro Médico Tufts, en Estados Unidos, han presentado los resultados de estudio en que evidencia que menos del 7% de los estadounidenses tiene una buena salud cardiometabólica.

¿Qué es la salud cardiometabólica?

El cardiometabólico o síndrome metabólico es una asociación de riesgo vascular y resistencia a la insulina. Expertos han detallado que es prevalente y posee una gran relación con la obesidad.

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El estudio

Para llegar a ese resultado, analizaron cinco componentes de la salud de las personas.

1. Niveles de presión arterial
2. Azúcar en sangre
3. Colesterol en sangre
4. Adiposidad (sobrepeso y obesidad)
5. Presencia o ausencia de enfermedades cardiovasculares: ataque cardiaco, accidente cerebrovascular, entre otros.

Se estudió una muestra representativa a nivel nacional de casi 55 mil personas desde los 20 años en adelante, entre 1999 y 2018. Quienes participaron en los 10 ciclos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición.

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Descubrieron que solo el 6,8% de los adultos estadounidenses posee niveles óptimos de estos cinco componentes entre 2017 y 2018.

Además, detallan que menos de 4 de cada 10 adultos están libres de padecer adiposidad o alto nivel de glucosa en sangre en 2018.

La autora principal del estudio y candidata a doctora en la Escuela Friedman dijo que”estas cifras son sorprendentes. Es profundamente problemático que en Estados Unidos, una de las naciones más ricas del mundo, menos de 1 de cada 15 adultos tenga una salud cardiometabólica óptima“.

En el estudio, publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology, también identificaron grandes disparidades de salud entre personas de diferentes sexos, edades, razas, etnias y niveles de educación.

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Por ejemplo, adultos con menos educación tienen la mitad de las probabilidades de tener una salud cardiometabólica óptica en relación con los adultos con más educación.

“Esta es una crisis de salud que hemos estado enfrentando por un tiempo. Ahora existe un imperativo económico, social y ético cada vez mayor de prestarle a este problema mucha más atención de la que ha estado recibiendo”, puntualizó Meghan O’Hearn, coautora del estudio.