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Realizar actividades físicas en cualquier momento del día sin duda representa un gran beneficio para nuestra salud. Ahora, un nuevo estudio exploró cómo esta actividad física junto al ayuno puede acelerar el metabolismo relacionado con la quema de grasas almacenadas.

Pese a las críticas que rodean las ayunas, el equipo explica que a medida que nuestro cuerpo se encuentre hambriento, no es comida lo que busca, sino que glucosa, por lo que al no ingerir comida alguna, se ve obligado a recurrir a las reservas de grasa en busca de energía, descomponiéndolas y produciendo productos químicos llamados cetonas -estado metabólico que se conoce como cetosis-.

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Realmente queríamos ver si podíamos cambiar el metabolismo durante el ayuno a través del ejercicio, especialmente con qué rapidez el cuerpo entra en la cetosis y produce cetonas”, explicó en un comunicado Landon Deru, autor del estudio.

El académico de la Universidad de Brigham Young (BYU), en Estados Unidos, reclutó a 20 voluntarios sanos, quienes debieron cumplir con dos ayunos de 36 horas depuestas de una comida estándar.

El primer ayuno no involucró a ningún ejército, mientras que en el segundo los participantes debieron realizar un entrenamiento en una máquina corredora por entre 45 a 50 minutos.

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Los resultados son increíbles, ya que el segundo equipo redujo en un 43% una sustancia química similar a la acetona, llamada B-hidroxibutirato.

Definitivamente hay ciertas personas que no deberían ayunar, como las que tienen diabetes tipo 1, y obviamente es perjudicial ayunar 24/7. Pero para la mayoría de las personas es perfectamente seguro y saludable ayunar una o incluso dos veces por semana durante 24 o más horas”, agregó.

El estudio fue publicado en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise.

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