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El 2020 no ha sido el mejor año para dormir. La pandemia de coronavirus, la interrupción de los trabajos y las clases contribuyeron a una serie de noches sin sueño – lo que ha hecho que un sinfín de expertos en la materia recomendaran técnicas para conciliar un buen descanso.

Entre estos consejos se encuentra: ejercitar frecuentemente, establecer una rutina nocturna diaria y reducir el tiempo que pasamos en redes sociales. 

Sin embargo, muchas personas podrían estar ignorando otro importante factor en del mal dormir: la dieta. Un creciente cuerpo de investigación sugiere que las comidas puedan afectar la calidad del sueño y viceversa. 

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Investigadores descubrió que comer una dieta que es alta en azúcares, grasas saturadas y carbohidratos procesados puede empeorar la calidad del sumó, mientras que comer más vegetales, fibras y comidas libres de lípidos – tales como nueces, aceite de oliva, pescado y paltas – puede tener el efecto contrario, mejorando nuestros sueños. 

Otro elemento relacionado con la buena calidad del sueño es el triptófano, un aminoácido que se encuentra en una gran cantidad de alimentos – incluyendo los lácteos y el pavo – y que sería responsable de la “modorra” que da después de comer. 

Marie-Pierra St-Onge, profesora de nutrición del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), asegura que una forma de aumentar la efectividad de las propiedades del aminoácido a través de carbohidratos. 

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En un estudio clínico aleatorio, ella y sus colegas reclutaron 26 adultos, controlando lo que comieron por cuatro días, entregándoles alimentos preparados por nutricionistas y monitorendo sus patrones del sueño. Finalmente, en el quinto día dejaron a los pacientes comer los alimentos que ellos eligieran. 

Los investigadores descubrieron que comer más grasas y menos fibras condujo a reducciones de las ondas lentas del sueño – las cuales son las que reparan al cerebro mientras dormimos. Además, los ensayos clínicos han descubrieron que los carbohidratos hacen que las personas se duerman más rápido – lo que probablemente se deba a que este tipo de alimentos ayuden a conducir el triptófano. 

Sin embargo, St-Onge advirtió al New York Times que los “carbohidratos complejos” como los integrales ayudarían a lograr un sueño restaurador – los blancos, si bien pueden ayudar al momento conciliar el descanso, también han sido vinculados con un noche más interrumpida.

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