Estudio sugiere que lactancia materna puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo en mujeres posmenopáusicas

Un estudio descubrió que las mujeres mayores de 50 años que habían amamantado a sus hijos, obtuvieron mejores resultados en testeos cognitivos, en comparación con aquellas que nunca habían amamantado. La investigación estuvo a cargo de científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) Health.

Los hallazgos sugieren que la lactancia podría tener un impacto positivo en el rendimiento cognitivo de mujeres posmenopáusicas, además de beneficios a largo plazo para el cerebro de la madre.”Nuestros hallazgos, que muestran un rendimiento cognitivo superior entre las mujeres mayores de 50 años que habían amamantado, sugieren que la lactancia materna puede ser ‘neuroprotectora’ más adelante en la vida”, explicó Molly Fox, autora principal del estudio.

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“Lo que sí sabemos es que existe una correlación positiva entre la lactancia materna y un menor riesgo de otras enfermedades como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas, y que estas afecciones están estrechamente relacionadas con un mayor riesgo de la enfermedad de Alzheimer (EA)”, detalló Helen Lavretsky, autora del estudio y académica de UCLA.

En ese sentido, la Dr. Fox aseveró que “debido a que también se ha descubierto que la lactancia materna ayuda a regular el estrés, promueve la vinculación del bebé y reduce el riesgo de depresión posparto, lo que sugiere beneficios neurocognitivos agudos para la madre, sospechamos que también podría estar asociado con un rendimiento cognitivo superior a largo plazo para la madre también “.

Hallazgos clave

Tras la realización de cuestionarios a las participantes, los analistas de los datos recopilados descubrieron que al rededor del 65% de las mujeres no deprimidas informaron haber amamantado a sus bebés, en contraste del 44% de las mujeres deprimidas. Y todos las no deprimidas informaron al menos un embarazo completo en comparación con el 57,8% de deprimidas.

Otro resultado reveló que quienes amamantaron, independiente de la depresión, obtuvieron mejores resultados en las pruebas cognitivas que midieron el aprendizaje, retraso en la memoria, funcionamiento ejecutivo y el procesamiento, si se compara con quienes no realizaron lactancia materna.

Tras examinar los datos para grupos deprimidos y no deprimidos, la información reveló que las cuatro puntuaciones de dominio cognitivo también se vincularon significativamente con la lactancia materna en mujeres no deprimidas. Pero en las que sí lo estaban, solo el funcionamiento ejecutivo y velocidad de procesamiento se asociaron con la lactancia.

Por último, los científicos también descubrieron que mientras más tiempo dedicado a la lactancia materna, mejor rendimiento cognitivo. Al sumar todo el tiempo que las participantes sumaron amamantando, encontraron que quienes no lo hicieron obtuvieron puntajes cognitivos significativamente más bajos que quienes lo hicieron entre uno y doce meses.

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“Se necesitarán estudios futuros para explorar la relación entre la historia de la lactancia materna y el rendimiento cognitivo de las mujeres en grupos de mujeres más grandes y geográficamente más diversos. Es importante comprender mejor las implicaciones de la lactancia materna para la salud de las mujeres, dado que hoy en día las mujeres amamantan con menos frecuencia y por períodos de tiempo más cortos de lo que se practicaba históricamente”, dijo la Dra. Molly Fox.

Desarrollo del estudio

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores examinaron los datos obtenidos de mujeres que participaron en dos ensayos clínicos controlados y aleatorios. El primero fue la “conectividad y respuesta cerebral al Tai Chi en la depresión geriátrica y el deterioro cognitivo”. Mientras que el segundo abordó la “reducción del riesgo de enfermedad de Alzheimer en mujeres de alto riesgo a través del yoga o el entrenamiento de la memoria”, donde se incluyó a personas no deprimidas con quejas subjetivas de memoria y riesgo de enfermedad cardíaca.

Luego de ambos ensayos, 64 mujeres identificadas como deprimidas y 51 que no, decidieron participar, sumando un total de 115. La investigación detalla que ninguna había sigo diagnosticada con demencia u otros diagnósticos psiquiátricos. Además, tampoco hubo diferencias significativas por edad, raza o educación.