(CNN Español) – El contagio de COVID-19 del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está dejando a algunos con más preguntas que respuestas. Tras dar negativo a la enfermedad, Biden volvió a dar positivo al virus en lo que se conoce “rebote por Paxlovid”.

¿Por qué ocurre esto? Contrario a lo que algunos piensan, no se trata de una reinfección de COVID-19, sino a un fenómeno que ya la ciencia había detectado anteriormente. El Dr. Elmer Huerta nos explica en este episodio.

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Hola, soy el Dr. Elmer Huerta y esta es su dosis de información sobre el nuevo coronavirus. Información que esperamos sea de utilidad para cuidar de su salud y la de su familia.

El 21 de julio pasado, el presidente de Estados Unidos Joe Biden contrajo COVID-19 -causado por el subvariante BA.5– y su enfermedad originó tres aleccionadores fenómenos médicos que veremos hoy día:

  • El primero, infectarse estando completamente vacunado y con dosis de refuerzo.
  • El segundo, el rebote de Paxlovid.
  • Y tercero, la persistencia durante varios días de la prueba de antígeno positiva al virus SARS CoV-2.

Infectarse de COVID-19 estando completamente vacunado

El infectarse estando completamente vacunado y con dosis de refuerzo, ese es un fenómeno muy común en las infecciones causadas por la familia del virus Ómicron.

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Como lo hemos escuchado en previos episodios, los virus de la familia Ómicron tienen dos características fundamentales:

  • Por un lado, se burlan de los anticuerpos producidos por la enfermedad natural o las vacunas.
  • Y, por otro, son extraordinariamente contagiosas.

El hecho de que el virus evada los anticuerpos se manifiesta en que una persona puede enfermarse dos, tres y hasta cuatro veces, incluso después de haber ya sufrido la enfermedad o de haberse vacunado, incluyendo los refuerzos.

Al respecto, no es raro escuchar a personas escépticas de las vacunas que se preguntan: Si es que igual me voy a infectar si me vacuno, ¿entonces, para qué me vacuno?

La respuesta la hemos escuchado también en previos episodios de este podcast. Lamentablemente las vacunas -como en el caso del presidente Biden- no nos protegen de las infecciones, pero -como es su caso también- si nos protegen de que la enfermedad se complique y terminemos en el hospital.

La finalidad de la vacuna es, entonces, para decirlo en palabras sencillas, evitar las complicaciones y la muerte.

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El rebote de Paxlovid

Veamos ahora el segundo fenómeno, el rebote de Paxlovid.

Tal como lo escuchamos en el episodio del 10 de junio de 2022, el Paxlovid es un medicamento que contiene dos medicamentos antivirales:

  • El nirmatrelvir, que actúa directamente sobre el SARS-CoV-2,
  • Y el ritonavir que, a pesar de no tener acción directa sobre el SARS-CoV-2, se le incluye porque al aumentar la concentración del primer medicamento, lo hace más efectivo en su acción antiviral.

En estudios realizados para demostrar su utilidad, el laboratorio Pfizer publicó resultados que mostraron que el tratamiento con Paxlovid —iniciado dentro de los primeros días de presentar los primeros síntomas— reduce el riesgo de hospitalización o muerte en un 89 % en adultos que tienen un alto riesgo de complicación.

Es por eso que el Paxlovid está indicado en adultos mayores y en personas de cualquier edad, que sufran alguna enfermedad que puedan llevarlos a que se compliquen.

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La infección de COVID-19 del presidente Joe Biden

Con ese criterio, y debido a su edad, Biden —de 79 años— recibió un curso de 5 días de Paxlovid, los que cumplió del 21 al 25 de julio, reportándose a la mitad de su tratamiento —el 23 de julio— que había mejorado y se encontraba trabajando.

De acuerdo a las guías de aislamiento de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, los CDC, por sus siglas en inglés, el presidente tuvo una prueba negativa al quinto día de enfermedad, después de terminar el Paxlovid, por lo que el martes 26 de julio fue dado de alta, volviendo a trabajar desde el miércoles 27 de julio, observándose un uso más frecuente de una mascarilla.

Por indicación de su médico, Biden se hizo pruebas diarias, tanto durante su tratamiento con Paxlovid, como después de concluirlo, saliendo negativo el 27, 28 y 29 julio.

Sin embargo, la sorpresa ocurrió el sábado 30 en la mañana cuando el médico informó que, a pesar de que el presidente no tenía síntomas, la prueba de ese día había salido positiva, por lo que —de acuerdo a las guías de los CDC— el presidente tuvo que aislarse nuevamente hasta que su prueba salga negativa.

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El presidente Biden fue diagnosticado entonces con rebote por Paxlovid, y de acuerdo con las guías del CDC, tuvo que iniciar un nuevo periodo de aislamiento, pero sin necesitar un nuevo curso de tratamiento.

¿Es nuevo este fenómeno de rebote?

Como lo escuchamos en el episodio del 10 de junio, el fenómeno del rebote ya había sido documentado en los estudios clínicos hechos para probar la efectividad del Paxlovid.

En la solicitud que hizo Pfizer a la FDA para la aprobación del medicamento, se vio que “un pequeño número” de participantes que había tenido una prueba molecular negativa luego de terminar el tratamiento de cinco días, volvió a salir positiva unos días después.

Este hallazgo se observó tanto en personas a las que se administró Paxlovid, como en personas que recibieron placebo. Es posible que el rebote pueda ser consecuencia de mecanismos aún desconocidos relacionados a la infección.

Con relación a la frecuencia con que se presenta el rebote por Paxlovid, una prepublicación de autores estadounidenses del 22 de junio brinda interesante información.

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Los autores estudiaron el rebote en 13.644 pacientes. Se diagnosticaron con COVID-19 entre el 1 de enero y el 8 de junio de 2022, y recibieron el Paxlovid o el antiviral molnupiravir.

Las clases de rebote

El rebote se clasificó en tres grupos:

  • Regreso de la infección,
  • Regreso de los síntomas
  • Y la hospitalización.

Y se estudió en dos momentos: a los 7 y a los 30 días después de terminar el tratamiento.

Los resultados indicaron que el rebote de la infección con Paxlovid fue de:

  • 3,53 % a los 7 días,
  • Y de 5,40 % a los 30 días,

Encontrándose un rebote de síntomas del 2,31 % y el 5,87 % en los mismos días y del 0,44 % y 0,77 % para las hospitalizaciones.

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El análisis estadístico demostró que no hubo diferencias significativas en los riesgos de rebote entre Paxlovid y Molnupiravir.

El estudio ha sido criticado como “fuera de tiempo” por algunos expertos debido a que no incluye un número suficiente de casos de la subvariante BA.5, la predominante en estos días en Estados Unidos y el mundo. Es posible, dicen algunos que el fenómeno de rebote sea mucho más alto de lo que dicen los estudios.

¿Por qué una persona sigue dando positivo en pruebas de antígenos?

Veamos ahora el tercer fenómeno, la persistencia de pruebas positivas de COVID-19.

Sorpresivamente, y desde que tuvo una prueba positiva el sábado 30 de julio, el presidente Biden presentó pruebas de antígeno positivas el 31 de julio, y el 1, 2, 3, 4 y 5 de agosto, teniendo recién una prueba negativa el sábado 6, exactamente una semana después de su primera prueba positiva después del Paxlovid.

El presidente Biden fue definitivamente dado de alta de este singular episodio de 7 consecutivas pruebas de antígeno positivas. Esto ocurrió tras dar una segunda prueba negativa el domingo 7 de agosto.

Recordemos que no es lo mismo una prueba de antígenos -que detecta proteínas de la cubierta del virus- que de PCR o molecular.

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De acuerdo con las guías del CDC, mucha gente puede tener pruebas moleculares PCR positivas hasta por tres meses después de haber sido dada de alta, no habiéndose demostrado que sean contagiosas. Es probable que, por su sensibilidad, esas pruebas PCR puedan reconocer partículas virales no infecciosas, por lo que no deben ser usadas para dar de alta a un paciente.

Es por eso que —a pesar de que los CDC no recomiendan hacer pruebas luego de completar el aislamiento— mucha gente, incluido el presidente Biden, se hacen una prueba de antígenos, las que también pueden -como hemos visto- ser persistentemente positivas, no habiéndose alcanzado consenso en determinar si la persona sigue siendo contagiosa y por lo tanto debe aislarse.

¿Qué se debe hacer?

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Algunos expertos recomiendan que la persona que tenga resultados persistentemente positivos, como el presidente Biden, sigan aisladas. Otros proponen que se debe evitar entrar en contacto con personas que puedan ser vulnerables a las complicaciones en caso de ser contagiadas.

Siendo este un fenómeno muy reciente, los CDC no tienen aún una clara recomendación, por lo que pensamos que la resolución del caso del presidente Biden dará luces a lo que piensan los expertos.

En resumen el caso del presidente Biden nos muestra tres aleccionadores fenómenos: infectarse estando completamente vacunado, presentar el rebote a Paxlovid y tener pruebas de antígeno persistente durante una semana completa.

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