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(CNN) — Las industrias relacionadas con los océanos están creciendo rápidamente, lo que aumenta la demanda de datos sobre las condiciones del mar. Pero los enormes buques de investigación que cartografian los mares suelen tener un gran coste económico y medioambiental.

La empresa irlandesa XOCEAN ofrece una alternativa. Sus barcos de superficie sin tripulación (USV) —del tamaño de un automóvil promedio y con la mitad de su peso— están equipados con sensores que recogen datos del océano y los envían por satélite a los expertos en tierra.

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La empresa afirma que mejora la seguridad, a la vez que reduce los costos y las emisiones derivadas de la exploración de los océanos. Según XOCEAN, sus USV emiten mil veces menos carbono que los buques de investigación tradicionales.

“Si nadie tiene que ir a alta mar, eso aleja a las personas de un entorno potencialmente peligroso”, afirma James Ives, fundador y director general de XOCEAN. Además, “Tenemos una huella medioambiental minúscula y creemos que podemos entregar los datos a un costo menor”, añade.

Actividad en el océano de los barcos sin tripulación

XOCEAN dice que su creciente flota de USV está desplegada en todo el mundo, completando 30 mil horas en el mar y más de 100 proyectos desde que se fundó la empresa en 2017. Ha sido utilizada por la industria del petróleo y el gas para llevar a cabo estudios de oleoductos; por la pesca para recoger datos acústicos sobre poblaciones de peces; y para la investigación y monitoreo ambiental.

Crédito: XOCEAN

Los barcos funcionan con una batería cargada por paneles solares en cubierta y un pequeño generador diésel. Equipados con sensores como ecosondas multihaz —que envían impulsos sonoros al agua que rebotan en el fondo marino—, son capaces de medir la profundidad, la temperatura del aire y agua, la velocidad del viento, la altura de las olas y los flujos de las mareas.

Se espera que la economía relacionada con los océanos tenga un valor de más de US$ 3 billones en 2030, según un informe de 2016 de la OCDE, con un fuerte crecimiento previsto en la energía eólica marina, el procesamiento de pescado, y la construcción y reparación de barcos. “Los datos son la base de cualquier actividad en el océano“, afirma Ives.

Crece el interés

A principios de 2020, la empresa contaba con unos 20 empleados a tiempo completo; ahora tiene 112. Ha recaudado unos 8 millones de euros (US$ 9,4 millones) en financiación, con oficinas en Irlanda, Reino Unido y Canadá. A continuación, la empresa quiere expandirse a Asia-Pacífico, y para finales de año tiene previsto aumentar su flota de 15 a 40 barcos.

El nuevo interés procede sobre todo del sector de la energía eólica marina, dice Ives, tanto de pesos pesados de la energía limpia como Ørsted, que empleó a XOCEAN para realizar un estudio del sitio para el mayor parque eólico marino del mundo, como de empresas petroleras y de gas que están cambiando a las energías renovables.

¿Más ecológico, más barato, más seguro?

XOCEAN no es la única empresa que se sube a esta tendencia. Está L3Harris, cuyos barcos no tripulados han sido utilizados por la Armada de Estados Unidos; Saildrone, que ha recopilado datos desde el Ártico hasta el ecuador como parte de investigación medioambiental; y Ocean Infinity, que está liderando el desarrollo de barcos más grandes sin tripulación.

Crédito: XOCEAN

Sin embargo, demostrar la seguridad a los reguladores marinos sigue siendo un reto. En el caso del Reino Unido, “todas las normativas se redactaron con la intención de que hubiera alguien a bordo“, dijo Katrina Kemp, especialista técnica en autonomía del gobierno británico, que concede permisos para que los vehículos sin tripulación operen en aguas nacionales.

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Los operadores de USV tienen que demostrar que sus barcos tienen un nivel de seguridad equivalente, dice Kemp, incluyendo cómo reaccionaría la embarcación ante una posible colisión, o qué ocurre si hay un fallo técnico o un desfase entre el operador remoto y el propio barco.

Supervisión durante las 24 horas del día

Los barcos de XOCEAN utilizan tecnología de detección y medición de luz (lidar) para detectar objetos cercanos, y hay un piloto de USV y un inspector que supervisan cada barco activo las 24 horas del día. Pueden controlar la navegación si la embarcación se desvía del rumbo y asegurarse de que sigue “las reglas de circulación en el mar”, dice Ives.

Sin un humano a bordo, cada embarcación puede pasar hasta un mes en el mar, lo que significa más tiempo para la recopilación de datos. También puede enfrentarse a condiciones meteorológicas que un barco con tripulación podría evitar. “Hemos tenido un barco en condiciones realmente horribles, y estamos aquí sentados en la comodidad de nuestras casas”, comenta Ives.

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