Por Christian Noguchi
  1. Ese fue el año en el que para Francisco y Julián partió todo. El problema que buscaban resolver en ese momento, era el construir y entregar un lugar digno para vivir, a personas en situación de calle en la capital. Allí surgió la primera idea de un “albergue”.

Pero como sabemos, la pandemia golpeó nuestro país y estos emprendedores decidieron darle un giro a su proyecto, en búsqueda de aportar soluciones. Hoy ofrecen la construcción e implementación de “albergues hospitalarios”. Los que que servirían para cientos de personas que podrían necesitar un espacio seguro y confiable de aislamiento.

“Tenemos tres diseños listos. El más grande tiene una capacidad de 11 habitáculos independientes. Estos cuentan con una cama de una plaza, televisor, y un sistema de filtro de aire, que limpia, desinfecta, e incluso, permite introducir partículas que generen un aire más óptimo en el lugar”. Asegura Francisco Rojas, uno de los creadores del proyecto y parte de Social Hobe. (https://www.hobe.cl/ )

Pero eso no es todo. Sin tener que moverse, quienes habiten estos espacios, tendrán un monitoreo constante de su estado de salud. Eso mediante telemedicina. Una tecnología que por un lado, asegura un control diario del paciente; y por otro, aliviana significativamente la carga laboral para los para profesionales de la salud.

Francisco nos cuenta que “incorporamos un tablet habilitado con el sistema de salud “Accuhealth (https://www.accuhealth.cl/ )”. Este permite a través de sensores, tomar muestra de indicadores básicos como la temperatura o presión del paciente. Por lo que frente a cualquier anomalía, un reporte de alerta llega a una central telefónica, donde se establece comunicación con un profesional. Este evaluá, si el paciente, requiere un cuidado presencial inmediato”.

ALTERNATIVA VÁLIDA FRENTE A ESCENARIOS COMPLEJOS

“El impacto social que observamos de este proyecto, es que nos permitiría obtener una solución mucho más rápida  y de calidad profesional, frente a una eventual falta de camas para pacientes críticos. Y también, para quienes deban cumplir una cuarentena estricta. Eso es si no pueden cumplirlas en sus domicilios, porque conviven con personas en grupos de riesgo por ejemplo”.

Eso es uno de los focos más importantes para Julian Marín, quién también lidera esta iniciativa única en Chile, y que se ha utilizado exitosamente en países críticos como Italia o España.

“Hemos presentado la idea en diversos Municipios y también con personal del Ministerio de Salud. Esperamos podamos aportar en estos escenarios de mayor complejidad”. Añade el profesional.

Los “albergues hospitalarios” pueden ser construidos entre 15  a 30 días, dependiendo del tamaño solicitado. Y su implementación solo tarda 24 horas, por lo que reduce ampliamente los tiempos, frente a demanda por asistencia, en este caso para personas más complicadas de salud y que requieran de una ayuda que el sistema podría no entregar debido a eventuales colapsos.

La idea también contempla, que de pasar la crisis por coronavirus, los módulos puedan quedar como alternativa de refugio para personas en situación de calle (que es como partió el proyecto inicialmente) y así entregar una doble e importante solución a la sociedad.

Más material audiovisual en instagram: @social-hobe

 

 

 

 

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