{"multiple":false,"video":{"key":"oVnbO5ddV0","duration":"00:00:59","type":"video","download":""}}
VIDEO RELACIONADO – Impresionantes imágenes de un cráter de hielo en el planeta Marte – (00:59) 

La vida no es siempre sencilla para los astrofísicos: justo cuando creían haber descubierto los aspectos de los patrones de movimiento de nuestro Sistema Solar, dos de las lunas de Neptuno llegaron a arruinarlo todo. 

Los satélites en cuestión son Naiad y Thalassa; ambos cuentan con un diámetro de 100 kilómetros, y se mueven  alrededor de su planeta en lo que los investigadores de la NASA determinaron como una “evitación bailada”. 

Su extraña órbita fue la primera de este tipo detectada por investigadores de la NASA en noviembre de 2019. 

Comparado con Thalassa, la órbita de Naiad está ligeramente inclinada (unos 5 grados), por lo que una mitad de su recorrido ocurre por sobre su satélite hermano y la otra por debajo. Entre las dos forman una órbita enlazada única y nunca antes vista. 

Lee también: El misterioso exoplaneta que derriba lo que conocemos sobre la formación de los cuerpos espaciales

“Nos referimos a este patrón repetitivo como una resonancia”, aseguró la física Marina Brozovic, del Laboratorio de Propulsión Jet de la NASA a ScienceAlert.

“Hay muchos tipos de bailes que los planetas, lunas y asteroides pueden seguir, pero este es uno que nunca se ha visto antes“, agregó.

Las órbitas de las pequeñas lunas están a sólo 1.850 kilómetros de distancia, pero están perfectamente coreografiadas para evitarse mutuamente. Naiad da vueltas de 7 horas alrededor de Neptuno, mientras que Thalassa 7 horas y media. 

Si pudieras estar en Thalassa, podrías ver a Naiad pasando por encima y por debajo que se repite cada cuatro vueltas, en las que el satélite sobrepasa a su vecino continuamente. Los investigadores aseguran que estas maniobras mantienen a la órbita estable. 

Lee también: Objetivo Marte: Tres ambiciosas misiones espaciales tienen como destino el planeta rojo

Para descifrar el increíble proceso, el equipo usó información recolectada entre 1981 y 2016 de telescopios terrestres, del Voyager 2, y el Telescopio Espacial Hubble. 

Estas lunas son sólo dos de los 14 satélites con los que Neptuno cuenta, y ambas pertenecen a las llamadas “lunas interiores”, un sistema entretejido con órbitas débiles.

De acuerdo a los investigadores, el agarre de Tritón, la gran luna de ese planeta podría explicarse gracias a la órbita de Naiad y Thalassa. 

Finalmente, el nuevo estudio también indagó en el material del que podrían estar compuestos los satélites interiores del gigante azul de nuestro Sistema Solar, llegando a la conclusión que podrían estar hechos de hielo de agua. 

Tags:

Deja tu comentario


Estreno

Martes / 22:30 / CNN Chile