Por Javiera Albornoz

La tecnología ha sido aplicada en varios países para establecer cierta vigilancia respecto a aquellos que tienen coronavirus. China, Corea del Sur, Singapur y Taiwán pusieron en funcionamiento aplicaciones como parte de un paquete de medidas para rastrear los contagios y evitar otros nuevos.

 

Por su parte, Alemania, Austria, Francia e Italia también han aplicado ciertas herramientas móviles para determinar si es que las personas tuvieron contacto con alguien positivo para coronavirus.

 

En todo este contexto mundial, Apple y Google se unieron para crear un protocolo universal al cual podrán acceso los países que quieran crear aplicaciones de rastreo.

 

Esta medida está dividida en dos etapas. La primera estará lista en mayo y será una API (interfaz de programación de aplicaciones) que permitirá la creación de una APP. La segunda etapa llegará mediante una actualización menor del sistema operativo que, tras el permiso del usuario, funcionará directamente, sin la necesidad de descargar una aplicación.

 

Una vez que el sistema detecte que el usuario pudo haber sido contagiado, le advertirá para que descargue la APP correspondiente en cada país y siga los consejos de las autoridades sanitarias. 

 

Este sistema funcionará por bluetooth y se emitirá un código de manera aleatoria que podrá ser captado cada vez que un usuario descargue una aplicación nacional o de la autorización a través del sistema operativo. Las personas positivas emitirán un código que, al menos una vez al día, todos los móviles descargarán. Si este código está archivado en el móvil de un usuario, se alertará del posible contagio.

 

Según detallaron ambas compañías, los usuarios podrán activar y desactivar el sistema las veces que quieran.

 

Esta tecnología estará disponible sólo para los estados y no sería posible que un desarrollador privado pueda acceder a esta.

 

 

Aplicabilidad local del protocolo

Según detallaron, se han ido realizando diversos cambios desde que planteó esta idea. Todo esto busca mejorar la privacidad de los usuarios. También han mencionado que su protocolo podrá adaptarse con las prioridades de cada gobierno, pero adelantaron que la información que se incluya no incluirá localización ni la identidad de la persona contagiada.

 

Para la directora ejecutiva de Derechos Digitales y magister en Derecho y Tecnología, María Paz Canales, esta alianza y acción de las compañías es novedosa, pero que hay algunos detalles a tener en consideración.

 

En conversación con Futuro 360, la abogada detalló que la tecnología usada es una de las más segura en comparación a otras alternativas como el uso de GPS o localización por antena, pero que aparecen otros problemas locales. Por ejemplo detalla que la tecnología bluetooth se encuentra disponible en dispositivos Smartphone relativamente recientes, del 2017 en adelante.

 

Por lo tanto, evaluar si un país podría beneficiarse de la implementación de este protocolo, va a depender muy grandemente de saber cuál es el parque de dispositivos que están en uso. Porque para que una tecnología de trazabilidad de contacto de potenciales contagios sea útil, necesitan un nivel de adopción del 60%. Si tú no tienes en tu realidad local, una adopción de ese tipo de dispositivos, de ese nivel, lo más probable que una implementación de una aplicación como esta no sea apropiada para una realidad local”, detalla la profesional.

 

También agrega que podría generarse una discriminación teniendo en consideración que “será un sector de la población más privilegiada, los que tienen acceso a la tecnología de alta gama y tienen acceso constante a internet”, los que podrán acceder a una posible aplicación.

 

Mantener el resguardo de datos

 

La abogada detalla que Apple y Google han desarrollado una buena primera mitad de esta acción, entregando una solución, trabajando en la privacidad y protección, queda la segunda parte que es implementada por cada estado.

 

“Ahí está el truco o detalle en donde sí se pueden producir vulneraciones a la privacidad o seguridad que escapen al control de las empresas y que dependen fundamentalmente de cómo se va a hacer la implementación de cada estado”, advierte.

 

Por lo mismo, detalla que hay lineamientos fundamentales que debería seguir nuestro país, por ejemplo, de querer implementar una aplicación acorde a lo que entreguen estas compañías.

 

Señala que es importante definir la seguridad del almacenamiento, si esta va a ser de manera centralizada o qué tipo de información va a recoger directamente desde el usuario.

Pero indica que lo más importante es que desde el inicio cuáles serán las finalidad de uso de la información que se recoja, cuándo se deshabilitará la posible aplicación, la desmantelación del sistema en sí mismo y cómo se van a eliminar los datos o si serán usados con posterioridad para otros efectos. Además de la necesidad de establecer un control externo.

 

Esta data es de tremenda sensibilidad. Lo que hace es entregar información de salud de personas, que va a ser muy relevante ahora y en el futuro. Se puede generar discriminación por la enfermedad en sí, pero también en el acceso a seguros de salud o en el acceso de trabajo. Porque en el futuro cercano va a ser muy relevante poder identificar qué personas ya han estado contagiadas del virus o han desarrollado algún nivel de inmunidad”, señala María Paz Canales.

 

“Por eso hay que ser particularmente estricto en que si vamos a medir con esta tecnología riesgos de contagios, esto se haga exclusivamente con la finalidad de prevenir la expansión de la pandemia y no pueda esta información ser reposicionada con otra finalidad”, finaliza.

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