Los tiburones -también llamados escualos- son un conjunto de peces cartilaginosos. Se trata de uno de los animales más antiguos de la Tierra: llegaron a convivir con los dinosaurios y su presencia en el planeta está documentada hace más de 450 millones de años. Sin embargo, esta especie ha evolucionado con el tiempo y no es la misma que ronda los océanos en la actualidad.

A lo largo de los años, las diferentes subespecies de tiburones (se conocen 465) han ido perfeccionándose para sobrevivir. Son muy veloces, tienen un gran instinto de caza y, por ello, se les considera uno de los mayores depredadores del planeta.

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Es un tipo de pez ubicado en la parte superior de su cadena trófica: cumple con la función básica de regular la población de especies, que está por debajo de él. Por esto, es preocupante la disminución de tiburones debido a la pesca ilegal en distintas regiones del mundo.

Sobre sus antepasados, se pensaba que los esqueletos no óseos de los tiburones eran el patrón previo a la evolución de los esqueletos internos óseos. Sin embargo, un nuevo hallazgo fósil sugiere lo contrario.

El descubrimiento de un vestigio de pez de 410 millones de años con un cráneo óseo, plantea que los esqueletos más ligeros de los tiburones pueden haber evolucionado a partir de ancestros óseos, y no al revés.

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Los tiburones poseen esqueletos hechos de cartílago, que tienen aproximadamente la mitad de la densidad del hueso. Se sabe que los esqueletos cartilaginosos evolucionan antes que los óseos, pero se pensaba que los tiburones se separaban de otros animales en el árbol evolutivo antes de que esto sucediera; manteniendo sus esqueletos cartilaginosos mientras que otros peces, y eventualmente nosotros, desarrollamos huesos.

Descubrimiento inesperado

Un equipo internacional de científicos, dirigido por el Imperial College de Londres, el Natural History Museum e investigadores de Mongolia, descubrió un fósil de pez con un cráneo óseo que es primo antiguo tanto de tiburones como de animales con esqueletos óseos. Esto, podría plantear que los antepasados de los tiburones primero desarrollaron hueso y -luego- lo perdieron nuevamente, en lugar de mantener su estado cartilaginoso inicial durante más de 400 milllones de años.

La investigación fue publicada en la revista Nature Ecology & Evolutión y fue dirigida por Martin Brazeau, del Departamento de Ciencias de la Vida en el Imperial College de Londres.

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“Fue un descubrimiento muy inesperado”, declaró Brazeau en un comunicado. El científico agregó que la sabiduría convencional dice que un esqueleto interno óseo, “fue una innovación única del linaje que se separó del ancestro de los tiburones, hace más de 400 millones de años. Pero aquí hay una clara evidencia del esqueleto interno óseo en un primo de ambos tiburones y, en última instancia, de nosotros”.

La mayoría de los primeros fósiles de peces ha sido descubierto en Europa, Australia y Estados Unidos. Sin embargo, durante los últimos años se han realizado nuevos hallazgos en China y América del Sur. El equipo del Imperial College de Londres, decidió excavar en Mongolia, donde hay rocas de la edad adecuada en las que no se han buscado antes.

Descubrieron el cráneo parcial -incluido el casco del cerebro- de un pez de 410 millones de año. Es una nueva especie, a la que llamaron Minjinia turgenensis, y que pertenece a un amplio grupo de peces denominados “placodermos”. Justamente de estos peces, evolucionaron los tiburones y todos los demás animales con columna vertebral y mandíbulas móviles.

Anteriormente, no se habían encontrado placodermos con hueso endocondral (formación desde el interior hacia el exterior), pero los fragmentos de cráneo de M. turgensis fueron “endocondrales de pared a pared”. Si bien el equipo tiene cuidado de no interpretar en exceso a partir de una sola muestra, tiene más material recolectado de Mongolia para clasificar, y quizás encontrar peces óseos tempranos similares.

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“Si los tiburones tuvieran esqueletos óseos y lo perdieran, podría ser una adaptación evolutiva. Los tiburones no tienen vejigas natatorias, que evolucionaron más tarde en peces óseos, pero un esqueleto más ligero les habría ayudado a tener más movilidad en el agua y nadar a diferentes profundidades”, afirmó Brazeau.

Igualmente, expresó que esta puede ser la razón que ayudó a los tiburones a ser unos de los primeros tipos de peces, “extendiéndose a los océanos de todo el mundo hace 400 millones de años”.

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