Por Patricio Alarcón

¿Supone el COVID-19 un mayor riesgo para las embarazadas? Esa es una de las preguntas que el mundo de la medicina, ha intentado responder desde la aparición del nuevo coronavirus.

Y es que, si el embarazo es de por sí un momento de interrogantes y tensiones, experimentar el proceso en medio de la inédita pandemia, hace que sólo aumenten las preocupaciones en las futuras madres.

La respuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que, si bien los datos que se disponen aún son limitados, no hay pruebas que las embarazadas corran mayor riesgo de enfrentar un cuadro grave de COVID-19.

La duda inicial se planteó rápidamente, debido a la transformación biológica que produce en el cuerpo humano un embarazo, por ejemplo, en la disminución de la capacidad del sistema inmunológico. De hecho, las mujeres en gestación sí son más susceptibles a cuadros graves de otras enfermedades respiratorias, como la influenza.

“Pensábamos que el coronavirus podía darse en los mismos términos. Afortunadamente, lo que nos ha demostrado la experiencia es que los cuadros no son más graves que en las mujeres no embarazadas“, comenta para Futuro 360 el doctor Andrés Pons, jefe del centro de vigilancia Materno Fetal de la Clínica Las Condes.

Para el profesional, una de las explicaciones es que los embarazos, en cuanto a lo etario, se dan en un grupo que no es el de mayor riesgo ante el virus. Recalca también que los cuadros de gravedad por COVID-19 se han dado “en un porcentaje bajo de las embarazadas” (de 2% a 5% dicen los expertos).

“Sin embargo, en ese grupo (embarazadas con cuadros graves de coronavirus), existe la complejidad de que tenemos que hacer el balance entre lo que significa la enfermedad para la madre y cómo puede afectar al niño“, añade Pons.

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Según la doctora Magdalena Honorato, gineco-obstetra de la Clínica Alemana, “la mayoría de embarazadas cursa asintomática o con síntomas leves”. Refuerza que “existe un grupo de pacientes que se puede complicar, que son la menor parte”.

Desde su experiencia laboral, la presidenta del Colegio de Matronas y Matrones, Anita Román, coincide con que gran parte de las gestantes pasan por la enfermedad de manera leve. Lo que sí ha podido ver -asegura- es que es un grupo con una mayor tasa de positividad.

¿Por qué? La explicación de Román es lógica: “Hay un mayor testeo que en el resto de la población. El sector privado testea a todas las gestantes. En el público, todas las que se hospitalizan. Y en atención primaria, a las que han tenido algún contacto o sintomatología”.

Cuadros graves y preexistencia

A mediados de julio, se difundió un estudio  hecho por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. En él se comparó a 8.207 mujeres embarazadas con COVID-19 con otras 83.200 contagiadas no en gestación.

El resultado reportado fue que las embarazadas tenían más probabilidades de ser hospitalizadas e ingresadas en una unidad de cuidados intensivos.

Aunque, los propios autores advirtieron en el New York Times que “estas proporciones son pequeñas y la diferencia de 10 veces en el número de mujeres embarazadas y no embarazadas en el análisis hace que sea difícil comparar sus riesgos.

Además, el análisis no aclara si muchas de las mujeres con estas dificultades ingresaron al servicio médico por complicaciones asociadas al virus o por razones vinculadas al embarazo.

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Donde sí existe un mayor consenso es que, obviamente, hay un riesgo mayor si la futura madre cuenta con problemas de salud en su historial médico previo. “Si tienes un huésped que es especialmente susceptible por alguna razón, la enfermedad le va a dar más grave”, nos plantea el doctor Jorge Carvajal.

“Si tú tienes una mujer embarazada (o no embarazada) que tenga alguna susceptibilidad, como tabaquismo crónico, obesidad o daño pulmonar, obviamente tiene más riesgo. Es una pregunta que se responde igual, estés o no embarazada”, agrega el jefe del Departamento de Obstetricia UC.

El profesional también señala que la evidencia actual sugeriría que las embarazadas, si enfrentan un cuadro grave de COVID-19, tienen más riesgo de caer en ventilación mecánica.

Su mecánica ventilatoria está dificultada (por el embarazo). Por lo tanto, es más probable que les falte oxígeno y que requieran ventilación mecánica”, detalla Carvajal.

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Otro factor importante lo agrega el doctor Pons: “Por las hormonas del embarazo, aumenta un poquito el riesgo de trombosis. Y en el coronavirus también aumenta el riesgo de trombosis. Esas dos condiciones, podrían hacer que hubiera más riesgo de trombosis que en una persona con COVID-19 no embarazada”.

Eso sí, esto no quiere decir que todas las gestantes tendrán coágulos o trombosis, pero sí que en los casos severos que se presenten se podría utilizar anticoagulación para que no se afecte la placenta o la madre.

La importancia de una constante vigilancia

Ante estas evidencias -conviene el personal de salud- las mujeres que cursen embarazos durante el tiempo del coronavirus deben ser monitoreadas permanentemente y de forma minuciosa.

Por lo mismo, causa preocupación la disminución de los controles de embarazo en el sistema de salud, a causa de las preocupaciones latentes entre las gestantes. De hecho, el propio ministro de Salud, Enrique Paris, ha hecho en reiteradas ocasiones el llamado a volver “a consultar y a hacerse los exámenes de prevención“.

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Para la presidenta del Colegio de Matronas y Matrones, con las gestantes “hay que tener muchísimo cuidado”.

Las personas que están cerca de las gestantes son las que tienen que evitar que se contagie, teniendo ellos más extremo aún con los cuidados“, recomienda Román.

“Independiente del efecto del coronavirus en sí, el mal control favorecería que el resultado prenatal sea más adverso“, nos comenta por su parte el doctor Carvajal.

En ese sentido, la amplia mayoría de los recintos de salud del país han implementado planes y protocolos para que las pacientes accedan de forma segura al monitoreo, incluso, combinando estrategias presenciales con remotas.

Están todas las medidas de seguridad en las consultas para evitar que se expongan a más riesgos“, tranquiliza la doctora Honorato.

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