Si hubiera un tiempo para preocuparse del cambio climático sería ahora. Las temperaturas han subido notablemente durante las últimas décadas, y en octubre del año pasado, la ONU advirtió que sólo tenemos 12 años antes de que el calentamiento global se haga irreversible.

Está claro que deberíamos haber actuado hace mucho tiempo, pero a esta altura tenemos que realizar el cambio lo antes posible. Por suerte, algunos países se están dando cuenta de esto. Uno de ellos es Escocia.

El 29 de abril de 2019, la primer ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, declaró un estado emergencia climático y se comprometió a combatir el calentamiento global.

En la conferencia de primavera del Partido Nacional Escocés (SNP), Sturgeon reconoció que los jóvenes activistas por el clima influyeron parcialmente su decisión.

“Hace unas cuantas semanas conocí a algunos de los jóvenes activistas que se han ido a paro para provocar conciencia sobre su causa“, afirmó Sturgeon a The Independent.

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“Quieren que los gobiernos de todo el mundo declaren un estado de emergencia climática. Afirman que eso es lo que la ciencia nos está pidiendo y tienen razón“, agregó.

La primer ministra apuntó también que “Escocia se hará responsable y combatirá contra el cambio climático“.

BBC News afirma que el gobierno de Sturgeon habría prohibido el uso de técnicas dañinas para la extracción de petróleo y gas natural. En la conferencia SNP de abril, la primer ministra también afirmó que el país se ha comprometido reducir a cero las emisiones de huella para 2050.

Los jóvenes protestantes a los que Sturgeon se refirió han estado marchando durante meses para protestar contra el cambio climático.

La revista Time destaca a Greta Thunberg, activista sueca de 16 años, quien comenzó el movimiento en agosto del 2018 y desde entonces se ha transformado en una fuerza para el cambio, demandando que los políticos se tomen el calentamiento global en serio.

El 23 de mayo de este año, Thunberg y otros 46 jóvenes activistas publicaron una carta abierta en The Guardian, llamando a un paro global para el 20 de septiembre de este año.

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La llamada de Sturgeon en abril parece haber presionado a otros gobiernos a seguir la causa. El 1 de mayo de este año, el parlamento del Reino Unido también declaró un estado de emergencia climática siguiendo los precedentes de Escocia, Gales y otra docena de pueblos británicos.

El 10 de mayo, The Washington Post afirmó que Irlanda se unió a la postura del Reino Unido, transformándose en el segundo país en reconocer la crisis en la que nos encontramos.

El cambio climático ya está en un punto crítico y algunos de los países más contaminantes, entre los que se encuentra Estados Unidos, todavía deben comprometerse a un cambio serio.

De hecho, bajo el mandato de Donald Trump, Estados Unidos ha retrocedido varios pasos en la lucha contra las emisiones de gases de invernadero. Por lo que aún no es suficiente. 

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