La sonda partió rumbo a Marte el 5 de mayo de 2018, y el aterrizaje del lunes 27 de noviembre es considerado un logro espectacular. InSight, es el nombre que recibe la sonda como un acrónimo de Interior Exploration using Seismic Investigations, Geodesy and Heat Transport (Exploración Interior con Investigaciones Sísmicas, Geodesia y Transporte de Calor, en inglés) y tiene como objetivo obtener por primera vez una radiografía detallada del interior de Marte. 

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La sonda, permanecerá sobre el planeta rojo 728 días. Cerca de un año marciano o unos dos años terrestres. Los sismómetros de la nave, uno británico y otro francés, intentarán captar terremotos marcianos producidos por movimientos tectónicos o impactos de meteoritos.

El estudio de las vibraciones sísmicas permitirá estudiar las capas de roca interior de Marte, desde la corteza hasta el manto y el núcleo.”Un terremoto es casi como el flash de una lámpara”, explicó el científico principal de la misión, Bruce Banerdt a la cadena BBC.

InSight ayudará a los astrónomos a comprender por qué la evolución de Marte y de la Tierra fue tan diferente y qué elementos fueron esenciales para que nuestro planeta sea habitable.

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Cómo fue el aterrizaje

La sonda, de seis metros de largo y 700 kilos de peso, aterrizó en una región plana llamada Elyseum Planitia. Según la BBC, este lugar es conocido por a la NASA  como “el mayor estacionamiento en Marte”. Para descender en el lugar correcto, InSight debió ingresar en la atmósfera marciana dentro de una ventana de  24km por 10km.

La entrada en la atmósfera y el descenso a la superficie requieren maniobras muy complejas. Por lo mismo tuvo momentos complicados. La cápsula de aterrizaje se abrió paso en la atmósfera y voló a través del aire marciano a una velocidad inicial de 12.300 mph (19.800 kph), impactandola atmósfera con un ángulo preciso de 12 grados.

Si lo habría hecho a menor profundidad, la sonda sería rebotada al espacio profundo. Si lo habría hecho de forma más inclinada, la sonda habría ardido en una muerte espectacular. La sonda tocó primero la atmósfera 6 minutos y 45 segundos antes de aterrizar. Durante esta fase, experimentó una aceleración equivalente a 12 veces la gravedad de la Tierra. Si la sonda fuera un humano de 68 kilos, durante el descenso pesaría cerca de una tonelada.

La NASA trasmitió el evento en directo

 

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