La disminución de las lluvias y el aumento de la temperatura debido al cambio climático es la preocupación de un gran número de personas.

Sin embargo, en el Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren) ven esto como nuevas oportunidades de experimentación con nuevos cultivos.

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Es por esto que comenzaron una investigación acerca de las especies frutales que pueden hacer frente a esas hostilidades climáticas en la cuenca del Aconcagua y que, a la vez, permitan la subsistencia de la agricultura de esa zona.

Con el financiamiento de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), se estudia la incorporación de nuevas especies productivas a 15, 30 y 35 años plazo.

“Normalmente en Chile se trata de reaccionar en el momento en que se produce algún tipo de problema. La idea es hacer un estudio introspectivo para saber como va a ser el clima en Chile y para saber como se comportan las especias que actualmente se cultivan y hacer algo al respecto“, declaró Alex Fernández, geógrafo de Ciren a cargo del proyecto para Las Últimas Noticias

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“La tendencia del Aconcagua es hacia un clima semi árido y, dentro de eso, los cultivos que vamos a estudiar son el pistacho y el otro que es bastante interesante, es el argán“, apuntó Fernández, ya que este último está en un ascenso de popularidad por su uso cosmético.

Foto: Planta de pistacho

Otros productos a los que Fernández le ve un futuro son los frutos secos. “Se trata de especies con alta tolerancia al estrés hídrico y a las altas temperaturas”.

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Finalmente, el experto advierte que la diferencia climática se va a notar claramente el 2030, por lo cual este proceso es “apremiante”.

Futuro desértico

Según un estudio realizado el 2017 por el ministerio del medioambiente, se espera que las temperaturas en los valles centrales aumenten 1.5°C para el 2030. 

Además, para el mismo año las fuentes naturales de regadío deberían disminuir entre un 5% y 15%, con una gran reducción en la cantidad de lluvias y un aumento en la oscilación térmica.

“Se espera que los cultivos se desplacen hacia el sur, junto a una menor disponibilidad de aguas para riego en la zona centro, generando cambios en la producción y en los ingresos netos“, concluye el informe.

Es por esto que el cambio a un futuro con cepas sustentables es especialmente importante para el agro del valle central, ya que si bien el área de cosecha no se volverá infertil, sí cambiarán las condiciones de crecimiento de los vegetales que estamos acostumbrados a comer.

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