Un nuevo estudio sugiere que una infancia temprana llena de malos cuidados, privación y adversidad conduce a que las personas crezcan con un cerebro más pequeño.

Investigadores del King College de Londres hicieron un seguimiento a niños adoptados que pasaron un tiempo en un orfanatos de Rumania, infames por los malos tratos que daban a sus inquilinos.

Estos crecieron con cerebros 8.6% veces más pequeños que niños de otras casas de adopción. Los investigadores afirmaron que fue la evidencia “más convincente” hasta el momento del impacto que tiene la crianza en el cerebro adulto.

El pésimo cuidado que reciben los niños en los orfanatos de Rumania, salió a la luz luego de la caída del dictador comunista de dicho país, Nicolae Ceausescu en 1989

“Recuerdo ver fotos en la televisión de esas instituciones y eran chocantes”, aseguró el profesor Edmund Sonuga-Barke principal autor del estudio para la BBC.

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Describió a los orfanatos como “agujeros infernales”, donde los niños eran “encadenados a sus duros, sucios e incómodos catres”. Los infantes fueron física y psicológicamente maltratados y fueron expuestos a un nulo contacto social, sin juguetes y en muchas ocasiones afectados por enfermedades.

Los sujetos de estudio pasaron de entre 2 semanas a 4 años en dichas instituciones. Estudios anteriores en niños que fueron adoptados por familias afectivas en el Reino Unido mostraron que éstos fueron afectados de igual manera por problemas mentales en la adultez.

Altos niveles de condiciones como autismo, déficit atencional, desorden de hiperactividad (ADHD por sus siglas en inglés) y una falta de miedo a desconocidos (desorden de desajuste social desinhibido) fueron documentados.

El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, es el primero en su tipo en escanear al cerebro para hallar respuestas.

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Hubieron 67 niños rumanos en adopción desde dichas instituciones, a quienes se comparó con 21 huérfanos que no sufrieron maltrato en una etapa temprana de la vida.

Lo que descubrieron los investigadores fue impactante, el volumen del cerebro de los huérfanos rumanos era 8.6% veces más pequeño que el promedio; y mientras más tiempo pasaban en un contexto abusivo más pequeños eran sus cerebros.

“Estas regiones están conectadas a funciones tales como la organización, motivación, integración de la información y la memoria“añadió Sonuga-Barke.

Sin embargo, el estudio no puede explicar cual es la razón de la por qué el maltrato en una vida temprana puede tener tales efectos en el cerebro. Lo que indica que se necesitarán más estudios para comprender el impacto real del maltrato infantil en la materia gris.

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