Los ornitorrincos brillan bajo luz ultravioleta y los científicos no saben por qué

La última vez que dimos un vistazo detallado a los ornitorrincos, nos dimos que cuenta que no sólo es un mamífero ovíparo semiacuático con pico como un pato y cola como un castor, sino que también es venenoso.

Ahora nos sorprende con otro extraño detalle: su impermeable piel brilla bajo la luz negra. 

Publicado en la revista Mammalia, proyectar luz ultravioleta en ornitorrinco hace que fluoresca bajo un tinte azul verdoso. Es uno de los pocos animales que ha mostrado contar con esta característica. Y todavía no sabemos por qué lo hacen, o si hay una razón de la por qué lo hacen. 

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Para la gran mayoría de los humanos, la luz ultravioleta violeta exista fuera del espectro visible. Pero ciertos pigmentos pueden absorberla, chupar algo de su energía, y re-emitir remanentes que las personas pueden ver como color. Muchas cosas hechas por el hombre contienen dichos pigmentos, como poleras, pulseras y la jalea de petróleo. 

Muchas criaturas vivientes, sin embargo, cuentan con esta capacidad. Escorpiones, líquenes y los picos de frailecillo, todos brillan bajo la luz UV. La luz azul, la cual se desprende de la luz ultravioleta, provoca que el mundo submarino se vea reluciente, provocando que docenas de anfibios brillen de color verde.

Hay muy pocos mamíferos que brillen de esta forma, salvo por una docena de especies de zarigüeyas. Sin embargo, hace unos cuantos años, Jonathan Marin, investigador de la Universidad de Northland, descubrió a una ardilla que brillaba de un bello color rosa bajo la luz ultravioleta. 

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Martin y unos colegas del Museo de Campo en Chicago (Estados Unidos) confirmaron que todas las especies de ardillas voladoras estadounidenses brillan bajo la luz negra. Es por esto que decidieron probar la luz en una especie totalmente diferente, entre esas el ornitorrinco, comprobando que el extraño animal brillaba. 

“Realmente no sabemos por qué brilla. Descubrir fluorescencia no significa que ésta tenga un propósito específico”, aseguró Sönke Johnsen, biólogo de la Universidad de Duke a The New York Times.