Por Patricio Alarcón
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El tiempo corre y la advertencia es clara. Los reportes científicos indican que se debe lograr un 30% de conservación del planeta para el año 2030 para contrarrestar los efectos de la crisis ambiental en la Tierra.

En ese sentido, desde el Ministerio de Medio Ambiente anunciaron que Chile se sumó a dos iniciativas. La primera es The Blue Leaders, que busca promover la protección del 30% de los océanos del mundo para los próximos diez años. Cabe destacar que otros países como España y Bélgica también han expresado su compromiso con esta campaña en particular.

Y es que el desafío no es menor. El último Informe Global de Evaluación sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos realizado por la ONU evidenció que el 66% de los ecosistemas marinos de todo el mundo han sufrido alteraciones drásticas por la acción humana.

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Esta decisión se suma a otro esfuerzo aún más relevante. Durante la primera mitad del 2020, Chile se adhirió también a la Coalición por la Alta Ambición para la Naturaleza y los Pueblos (High Ambition Coalition for Nature and People-HAC), una coalición de alta ambición climática que promueve la protección del 30% del mar y la tierra del planeta en el mismo plazo.

La HAC es un grupo intergubernamental de cerca de 40 naciones que promueven un acuerdo global para la naturaleza y las personas que puede detener la pérdida de especies y proteger los ecosistemas vitales. Fue lanzada por Costa Rica en la última Cumbre del Clima de la ONU y también ha estado fuertemente influenciada por Francia.

Se espera que la coalición impulse esta petición conocida como 30×30 en las próximas cumbres internacionales, como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y la reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica.

Por su parte, la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, valoró que “el país ya cuenta con la protección del 42% de nuestros océanos, donde estamos avanzando a una gestión sostenible con la implementación efectiva de nuestras áreas marinas protegidas a través de los planes de manejo y administración”.

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Entonces, ¿qué significa sumarse a este tipo iniciativas? En concreto, un compromiso con la promoción de acuerdos que logren proteger el 30% de tierra y océanos para 2030 y soluciones basadas en la naturaleza dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Clima.

Además, esto debería alinear a Chile con las naciones que persiguen la misma meta. De esta forma, el compromiso se traduciría tanto en las negociaciones internacionales en curso y en las venideras, como la COP de la Convención de Diversidad Biológica -pospuesta por la pandemia- donde se adoptarán nuevas metas de protección de la biodiversidad.

Algo muy importante si se considera también las tratativas actuales por alcanzar un Tratado Global de los Océanos, donde, justamente, diversas organizaciones exigen llegar al 30% de aguas protegidas dentro de una década.

Del papel a la acción

Con más de 4 mil kilómetros de costa, Chile tiene mucho que decir sobre el “nuevo trato” con los océanos y el planeta. Por lo mismo, la decisión de adherir a estas campañas fue bien recibida por diferentes actores. Sin embargo, también revivió las voces que piden pasar del “papel” a la acción.

“Chile ha superado con creces este nuevo potencial objetivo y con mayor razón tiene sentido que Chile llame a más países a sumarse”, aseguró Maximiliano Bello, miembro de The Pew Charitable Trust y Champion de los Océanos para la COP26 en su cuenta personal de Twitter, una vez conocida la información de The Blue Leaders.

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Más moderada fue la opinión de Estefanía González, coordinadora de la campaña de Océanos de Greenpeace Chile. Esta organización, de hecho, lleva un tiempo impulsando internacionalmente su plan para la protección de los océanos, resultado de una colaboración investigativa con académicos de la Universidad de York y la Universidad de Oxford.

“Si bien este es un paso importante, lo que viene ahora es que se materialice en acciones concretas. Hasta ahora ha sido algo más bien declarativo. En la COP 25, donde se anunció que Chile iba a ser este gran líder de los océanos, no vimos mucho en términos concretos. La realidad hoy día es que, por ejemplo, en el tratado de los océanos, Chile no es un país que esté teniendo una postura que apunte a conseguir el 30%. Chile ha estado más cerca de aquellos países que están bloqueando tener un tratado”, aseguró en conversación con Desafío Tierra.

Con una triple crisis en marcha -la pérdida acelerada de biodiversidad, el cambio climático y el coronavirus-, el director para América Latina de National Geographic Pristine Seas, Alex Muñoz, nos comentó sobre la conservación del 30% del mar y la tierra que “la protección de la naturaleza va a ayudar a prevenir el cambio climático, que es mucho más barato que corregir los problemas cuando ya han ocurrido“.

Para él, es “valorable” que el país se haya sumado a la meta 30×30, pero espera que “se refleje en un cambio de mentalidad respecto de actividades económicas que ya no pueden existir, por su gran impacto ecológico”.

Por lo mismo, concluyó: “Por difícil que sea, es la única salida que tenemos para las crisis globales que nos está afectando. Ya no tenemos alternativas”.

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