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Los delfines usan el veneno del pez globo para drogarse, respiran por voluntad y no por reflejo como los seres humanos. Esas son algunas de sus increíbles características.
La última de ellas tiene como protagonista a los delfines nariz de botella de Monkey Mia, en Shark Bay, en Australia. Se descubrió que han aprendido una forma única en su especie de cómo conseguir su alimento pero bastante similar a la de otras, lo que hace pensar que los delfines imitan comportamientos.
Fue un grupo de investigadores de la Universidad de Zúrich, que ha dedicado gran parte del estudio en esta novedosa técnica, que vio el actuar de mil delfines nariz de botella, durante diez años y llegó a la conclusión que tienen una conducta similar a la de grandes simios.
La técnica denominada “bombardeo” consiste en separar los peces en una concha evidentemente vacía, la llevan junto a los peces capturados hacia la superficie y a comer. De esta manera, usan el caparazón vacío, similar al uso de herramientas u artefactos en humanos.
“Este es un hito importante”, dijo el biólogo evolutivo Michael Krützen, parte del equipo investigativo y director del Departamento de Antropología de la Universidad de Zúrich. “Muestra que el comportamiento cultural de los delfines y otras ballenas dentadas es mucho más similar al comportamiento de los grandes simios, incluso los humanos, de lo que se pensaba anteriormente”, agregó.
¿En qué se basa el cambio de alimentación?
Pese al desarrollo y avances de la ciencia, la inteligencia de estos animales sigue siendo un misterio. Sin embargo, hoy se estudia la variación en su conducta alimentaria.
Si a lo largo de la historia se pensó que la única manera que los delfines aprendían a conseguir alimentos era imitando a su madre, patrón conocido como “transmisión vertical”, hoy a cargo de Krützen, este cambio radica en que ya no se imita entre familia o generaciones, sino entre pares, fenómeno denominado “transmisión horizontal”.
Marcelo Flores, biólogo marino y doctor en Medicina de la Conservación, menciona que este estudio da a conocer y demuestra la transmisión de información entre delfines en un modo horizontal, es decir, entre individuos del mismo grupo pero no necesariamente emparentados como había sido demostrado hasta ahora.
En los cetáceos, particularmente los odontocetos (cachalotes, delfines y marsopas) se había demostrado que existe cultura y transmisión de información, particularmente en especies que tienen una estructura social matriarcal (la hembra de más edad es la jefa) como en orcas y cachalotes, donde las generaciones más mayores enseñan a las nuevas cómo atrapar alimento (por ejemplo, las orcas que se varan en la costa para atrapar lobos marinos) y rutas migratorias, estrategias de alimentación en cachalotes y otras ballenas.
“También hay información sobre trabajo conjunto y asociativo para obtener alimento y que todos se beneficien como las ballenas jorobadas que realizan la técnica de “red de burbujas” que se describió primeramente en las costas del Pacífico norte y hoy en día es posible verlo también en Antártica. Otro ejemplo de esto es en delfines que empujan cardúmenes de peces hacia la orilla para hacerlos varar y luego los capturan en la orilla varándose momentáneamente”, señaló Flores.
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Suma además que ya en el pasado, científicos encontraron evidencia de que los cetáceos con estructura matriarcal tenían una fuerte similitud con mamíferos terrestres como elefantes y grandes simios. Este estudio corrobora con nueva información este hecho. En este caso particular, los delfines desarrollan y comparten una nueva estrategia de alimentación que es la obtención de peces que están escondidos en conchas de caracoles muertos.
Esto muestra que, al igual que los grandes simios, los delfines tienen una capacidad de adaptación e improvisación que se puede compartir y transmitir entre los individuos de un mismo grupo. Una nueva habilidad sorprendente, que nos hace admirar aún más estos tiernos, pero asombrosos animales.
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