A medida que la población mundial se enfrenta a una nueva ola de influenza, que convive con el COVID-19 y en algunos casos, el virus respiratorio sincitial, los animales enfrentan de manera similar a brotes. En Sudamérica, ya van 22 mil aves muertas por el brote de H5N1, mejor conocido como influenza aviar.
En Estados Unidos, se han detectado casos de la cepa H3N2 altamente contagiosa del virus de la influenza canina (CIV). Los veterinarios han estado reportando brotes en lugares como Texas y California, según Forbes e incluso Tennessee. Esta situación ha provocado que en algunos refugios de animales detuvieran las adopciones por culpa de esta enfermedad.
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Este virus es altamente contagioso se transmite por el aire y puede propagarse por contacto directo, ya sea a través de secreción nasal al ladrar o toser y superficies contaminadas como perreras y correas.
Pastor Alemán, Pexels.
Aunque la influenza canina no progresa a una enfermedad grave en la mayoría de los perros, algunos casos pueden ser fatales y el virus puede convertirse en neumonía. Por suerte, existe una vacuna que puede ayudar a prevenir la influenza canina y reducir los efectos de esta enfermedad
De acuerdo a información del Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), nunca se han reportado infecciones hacía humanos. Los virus de la influenza canina A(H3N2) son diferentes de los virus de la influenza estacional A(H3N2) que se propagan anualmente entre las personas.
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