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(CNN) – El volcán Kilauea comenzó a entrar en erupción este miércoles por la tarde, arrojando lava en el Parque Nacional de los Volcanes de Hawái.
Las autoridades señalan que, si bien no hay peligro actual para los residentes cercanos en la Isla Grande de Hawái, la situación será monitoreada en caso de una mayor escalada.
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El Observatorio Volcánico de Hawái del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) elevó su nivel de alerta a primera hora del día después de registrar un aumento de las lecturas sísmicas.
“El aumento de la actividad sísmica y los cambios en los patrones de deformación del suelo en la cumbre del Kilauea comenzaron a producirse a partir de aproximadamente el mediodía del 29 de septiembre de 2021, lo que indica el movimiento del magma en el subsuelo“, dijo el USGS.
La agencia dijo que detectó con las cámaras web del observatorio un resplandor dentro del cráter de la cumbre del Kilauea alrededor de las 3:20 p.m. hora local, indicando que había comenzado una erupción.
#Fissures of #lava and falling of #tephra!
A line of low lava fountains is erupting from the crater floor, tephra is falling downwind, and a new fissure opened up on the west wall of Halemaʻumaʻu crater. https://t.co/jDxUTFInn4 #KilaueaErupts pic.twitter.com/ONcGrmutua— USGS Volcanoes🌋 (@USGSVolcanoes) September 30, 2021
David Phillips, científico adjunto del observatorio, dijo a CNN que la noche anterior se habían detectado indicios de cambio en el lugar. “Justo después de la medianoche, empezamos a percibir un aumento de la actividad sísmica“.
La erupción se encuentra totalmente dentro de los límites del parque. Actualmente no hay amenaza para la vida o la infraestructura, manifestó Phillips, pero la erupción podría durar meses.
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El mes pasado, un aumento registrado en la actividad sísmica llevó al observatorio a aumentar su alerta volcánica de “aviso” a “vigilancia”, sostuvo el USGS.
La última erupción del Kilauea ocurrió el pasado mes de diciembre, y las autoridades pidieron a los habitantes que permanecieran en sus casas para evitar la exposición a las nubes de ceniza. El volcán descargó lava durante cinco meses.
En 2018, una erupción destruyó más de 700 casas y obligó a los residentes a evacuar.
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