Entre el 6 y el 18 de noviembre se realizará una nueva versión de a Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMDUCC), COP27, en Egipto.
Se trata de la quinta vez que este evento medioambiental de la ONU se desarrolla en el continente africano, motivo por el que autoridades de la región esperan que durante las conversaciones, los líderes mundiales reconozcan y comprendan cómo la crisis climática está afectado su continente, uno en el que casi 17 millones de personas están enfrentando una inseguridad alimentaria debido a la sequía. Asimismo, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) detalló que África es una de las regiones más vulnerables de todo el mundo.
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Si bien esta COP se centrará en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, ayudar a los países a prepararse y hacer frente al cambio climático y asegurar el apoyo técnico y la financiación de los países en desarrollo para estas actividades, la COP27 no está exenta de críticas.
Tras finalizar la COP26 en Glasgow, Escocia, el año pasado se dio a conocer que Egipto sería la sede de la versión 2022, lo que motivó a activistas medioambientales a realizar varias protestas, ya que este país les ha impedido asistir debido a que criticaron su historia de derechos humanos.
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Inversión monetaria
Una vez que inicien las conversaciones, se espera que la temática de finanzas represente un puno de conflicto entre las autoridades, debido a que en 2009 los países desarrollados se comprometieron a donar a países en desarrollo unos 100 mil millones de dólares al año para 2020, con el objetivo de ayudarlos a reducir las emisiones y prepararse para la crisis climática.
Lamentablemente, este objetivo se perdió y se trasladó a 2023. Ahora solo queda esperar que las conversaciones lleguen a puerto y las decisiones a tomar ayuden al ecosistema que llamamos hogar.
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