Tal como sugiere en sus conclusiones Asipla (Asociación Gremial de Industriales del Plastico de Chile), la ley REP debe jugar un rol clave en la lucha contra el cambio climático. Pero ¿qué es la ley REP?
La Ley de Responsabilidad Extendida del Productos, comúnmente abreviada por su sigla REP, es un instrumento económico de gestión de residuos que obliga a los fabricantes de ciertos productos a organizar y financiar la gestión de los residuos derivados de sus productos.
El objeto de la ley es “disminuir la generación de residuos y fomentar su reutilización, reciclaje y otro tipo de valorización” a través de un gestor. Esto sucederá en distintos tipos de industrias con diferentes tipos de materiales. En el caso del plástico, este incide de manera muy relevante en el ítem envases y embalajes.
En nuestro país se generan cada año cerca de 7,5 millones de toneladas de residuos domiciliarios cada año, y se estima que de ellas cerca de 1,25 millones de toneladas corresponden a envases y embalajes que se usan cotidianamente en los domicilios de los chilenos. Sin embargo, las mismas estimaciones indican que apenas se reciclan un 12,5% de estos.
Actualmente los principales envases y embalajes que se reciclan en el país son lo que están hechos de cartón, papel y vidrio, superando levemente el 15%, mientras que del plástico se recicla poco más del 4% y del tetrapack cerca de un 3,6%.
En el caso del plástico, el reglamento parte de una base de 3% de reutilización y la meta es llegar al 45% en el 2030.
Para apoyar la viabilidad de esta obligación legal se está creando un Sistema Integrado de Residuos por parte de esta industria donde el correcto aporte de las personas puede jugar un rol clave en lograr o no la meta.
La entrada en plena vigencia de la Ley REP (2022) implica también una obligación de las empresas para apoyar el retiro domiciliario de los residuos.
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