Fiscales del Distrito de Columbia y otros tres estados demandaron a Google el pasado lunes, alegando que el gigante tecnológico engañó a los consumidores para obtener acceso a sus datos de ubicación.

En demandas separadas, los fiscales generales del distrito de Texas, Washington e Indiana afirmaron que la compañía engañó a los usuarios de teléfonos Android a través de herramientas como Google Maps y su motor de búsqueda al continuar rastreando información de ubicación de los usuarios sin su consentimiento previo.

Las quejas también alegan que la empresa ha implementado trucos de diseños que pueden influir sutilmente en las decisiones de los usuarios de forma que se tornan ventajosas para la empresa. La demanda señala que Google ha impulsado productos que empujen rápidamente a las personas a brindar más y más datos de ubicación “sin darse cuenta”.

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Por otro lado, los fiscales generales señalaron que Google sigue rastreando la ubicación y actividad web, incluso cuando los usuarios no están ocupando su dispositivo móvil.

“Google usa trucos para buscar continuamente rastrear la ubicación de un usuario”, dijo el fiscal general de DC, Karl A. Racine.

Racine añadió que la demanda contra Google podría enviar un mensaje poderoso a otras empresas de la industria tecnológica que usan tácticas de diseño similares.

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“El tiempo del engaño para obtener ganancias ha terminado”, dijo.

Esta demanda se suma a una serie de otras que han puesto en jaque al gigante tecnológico. En diciembre de 2020, 10 estados encabezados por Texas presentaron una demanda federal contra Google acusando “conducta anticompetitiva” en la industria de la publicidad en línea, incluido un acuerdo para manipular las ventas con Facebook.

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