(CNN) – El impacto de los fenómenos climáticos y meteorológicos extremos se agrava en América Latina y el Caribe, a medida que se acelera la tendencia al calentamiento a largo plazo y aumenta el nivel del mar, reveló un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Durante los últimos 30 años, las temperaturas en la región aumentaron en promedio 0,2 grados Celsius cada década, la tasa más alta desde 1900, cuando empezaron a llevarse registros. Las tendencias al calentamiento fueron incluso más altas en México y el Caribe, según el informe que también destaca “un ciclo de impactos en espiral”, de acuerdo al comunicado de prensa que lo acompaña.

“Los ciclones tropicales, las fuertes precipitaciones y las inundaciones, y las severas sequías de varios años provocaron la pérdida de vidas y miles de millones en daños económicos a lo largo de 2022”, dijo el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, en un comunicado. “El aumento del nivel del mar y el calentamiento de los océanos plantean riesgos cada vez mayores para los medios de vida, los ecosistemas y las economías costeras”, insistió.

Los ciclones tropicales dejaron daños significativos en 2022, con el huracán Fiona causando pérdidas por alrededor de US$ 2.500 millones en Puerto Rico.

Las inundaciones y los deslizamientos de tierra debidos a las fuertes lluvias cobraron la vida de cientos de personas y costaron miles de millones de dólares en daños económicos en 2022, según el informe. Dos desastres relacionados con la lluvia en el estado de Río de Janeiro, Brasil, en febrero y marzo dejaron un saldo de más de 230 muertes.

Las temperaturas excepcionalmente altas, junto con una sequía severa, prepararon el terreno para incendios forestales devastadores. Argentina y Paraguay sufrieron incendios forestales récord y sus emisiones provenientes de los incendios entre enero y marzo fueron las más altas en 20 años, registró el reporte.

Los glaciares de la región se están reduciendo, lo que amenaza la seguridad hídrica de millones de personas, según el informe. Los glaciares de los Andes centrales en Argentina y Chile experimentaron una pérdida casi total de la capa de nieve en enero debido a las altas temperaturas, lo que los dejó sucios y oscuros, por lo que absorben más energía solar acelerando su derretimiento.

La sequía prolongada también afectó la energía hidroeléctrica en varias partes de América del Sur, lo que aumentó la dependencia de algunos países de los combustibles fósiles, a pesar del gran potencial de la región para energías renovables como la eólica y la solar, informó la OMM.

El informe se publica mientras los funcionarios de la OMM también declararon el inicio del fenómeno climático natural El Niño, que tiene un impacto en el calentamiento. Los tres años en los que se extendió La Niña, cuyo efecto es de enfriamiento global, terminó en marzo de este año.

“Muchos de los eventos extremos fueron influenciados por La Niña de larga duración, pero también tenían el sello distintivo del cambio climático inducido por el hombre”, dijo Taalas. “El Niño recién llegado aumentará el calor y traerá consigo un clima más extremo”.

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