Crédito: Proyect Jonah /Facebook

Una docena de rescatistas y voluntarios trabajó arduamente, y a contrarreloj, para lograr salvar a la manada de ballenas piloto que varó en Farewell Spit, playa ubicada en el extremo norte de la Isla Sur de Nueva Zelandia.

Lamentablemente, desde que comenzó la operación ya han muerto cerca de 15 especímenes. Sin embargo, hoy se dio a conocer que los rescatistas lograron reflotar con éxito a 28 de estos animales.

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A pesar de este triunfo, los cetáceos que lograron ser puestos a salvo aún permanecerían cerca de la costa, por lo que podrían volver a varar. Cerca de 40 ballenas fueron empujadas al mar el lunes, pero nadaron de regreso a tierra al día siguiente.

“Personal del Ministerio de Conservación y voluntarios permanecen en el lugar listos para responder en caso de que las ballenas comiencen a dirigirse a la costa y queden varadas de nuevo”, señalaron desde la cartera neozelandesa.

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Farewell Spit es un arenal que ha dado lugar a una gran cantidad de varamientos, aunque los científicos y expertos aún no tienen claro por qué. Se sospecha que la contaminación de ruido las atrae, causando que se extravíen.

“Las ballenas vivas no se han quedado varadas de la noche a la mañana, por lo que parece un éxito en este momento. Por ahora estamos usando la frase ‘cautelosamente optimistas’”, añadió Daren Grover, miembro de Project Jonah, según consignó BBC.

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