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En Chile se produce más un kilo de basura por persona diariamente, eso representa más de 450 kilos al año por persona. Una cifra que nos convierte en el país que más genera desechos per cápita en Sudamérica. En el modelo de producción que tenemos estamos acostumbrados a tirar las cosas a la basura y olvidarnos, lo mismo por el desagüe. Pero, ¿qué pasa con la basura que se tira por los desagües?

Aceites y detergentes son los más complejos de reciclar. Cotonitos, toallitas húmedas e higiénicas, llegan a vertederos que trabajan con las últimas tecnologías, pero el cambio, también debe empezar en casa.

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Es una situación cotidiana: de la cocina, al lavaplatos, todo se va por la cañería. El panorama no es alentador. Los chilenos lanzamos al año por los desagües de nuestras casas 6,7 millones de toneladas de residuos. Eso representa algo así como 7.100 estatuas de la libertad en aguas servidas.

“Tienes un sinnúmero de problemas en salud que a la larga no se van a presentar hoy día, sino que las consecuencias las vamos a medir en treinta años más“, explica la toxicóloga Laura Borgel.

Cocinar una merluza o un huevo fritos, no es un crimen ambiental, el problema surge a la hora de botar el aceite de la fritura.

El aceite recalentado te lleva a la formación de benzopideno que son compuestos que se van liberando cada vez que se recalienta el aceite por efecto de temperatura. Y en el benzopireno tienes un agente que definitivamente es cancerígeno”, explica la toxicóloga Laura Borgel.

El problema es grande, pero hay alternativas como el reciclaje de aceite doméstico.  Laura Zizinquirá lo entendió y así de fácil lo explica. Estudia en la Escuela Básica República de Italia, de Cerro Navia, trabajan con Rendering, empresa que implementó un sistema de retiro, transporte y disposición final de aceites vegetales. Los niños llevan el de su casa al colegio desde donde lo retiran.

Rendering, empresa que recolecta aceite vegetal para reciclarlo

“Simplemente, hay que vaciarlo en un recipiente de plástico, es fácil no hay ningún esfuerzo que nos impida hacerlo”, explica la estudiante.

Todo este material se llama para Europa como materia prima y allá termina como biocombustible“, comenta Marcelo Caroca, ejecutivo comercial de la empresa Rendering

Botar el aceite por el lavaplatos es un error, pero muchos lo hacen porque ignoran que el aceite es uno de los desechos más complejos de manejar, de la cañería va al alcantarillado y de ahí a plantas de tratamiento de aguas servidas. En Chile hay casi cuarenta, que reciben el 77% de los residuos domiciliarios.

La planta de tratamiento con los años ha ido perfeccionando su trabajo. Ahí termina toda el agua sucia que se produce en los hogares capitalinos.

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Aunque el aceite de cocina usado es de las sustancias más difíciles de tratar y de las que con mayor frecuencia de vierten en el lavaplatos, no es lo único que botamos por la cañería.

En el proceso de tratamiento de aguas servidas, extraen materiales y tóxicos de todo tipo que contaminan el agua. Los más difíciles de tratar son los que más insólitos.

Los pañales, las toallitas higiénicas, las toallitas húmedas, no son degradables, primero hay un problemas en la redes porque las taponan que van generando obstrucciones importantes que pueden incluso rebasar en las casa”, asegura Paulina Vicentela, jefa de Biofactorías de Aguas Andinas.

Planta de tratamiento de Aguas Andinas

Impresiona la variedad de desechos sólidos que terminan en el excusado. Si no existieran estas plantas de tratamiento todo eso terminaría en el mar.

Los niños y niñas de la escuela de Cerro Navia tienen conciencia pero la mayoría de los capitalinos considera el desagüe como un basurero.

Lo que no es desecho sólido también debe ser tratado. En la planta de tratamiento de Aguas Andinas tienen reactores biológico donde hay bacterias que descontaminan el agua, luego, piscinas decantadoras donde todos los tóxicos salen a flote, son separados y extraídos, esta planta fue reconocida por la ONU como una biofactoría.

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“La categoría es Contribución a la Salud Planetaria por la ONU. Es un muy buen ejemplo”, precisa Vicentela.

Finalmente el agua ya purificada es devuelta a su cauce natural.  Y ahí el ciclo comienza de nuevo, porque esta agua se evaporará, caerá como lluvia y terminará potabilizada en su casa. Piense en eso cuando tire desperdicios por la cañería.

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