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Un análisis realizado por científicos advierte que los niveles actuales de pérdida de biodiversidad pueden ser un punto de inflexión para el colapso de la civilización. La investigación arrojó que más de medio millar de especies de animales terrestres están al borde de la extinción y es probable que se pierdan en un lapso de 20 años. 

Esto significa que se perdería el mismo número que durante todo el siglo pasado. Sin la destrucción humana de la naturaleza, esta tasa de pérdida habría tomado miles de años, sostuvieron los científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad de Stanford y el Departamento de Ciencia de las Plantas, Jardín Botánico de Missouri, que lideraron la investigación.

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Los vertebrados terrestres al borde de la extinción, con menos de mil individuos restantes, incluyen el rinoceronte de Sumatra, el wren de la isla Clarión, la tortuga gigante española y la rana arlequín. Los datos históricos estaban disponibles para 77 de las especies y los científicos descubrieron que habían perdido el 94% de sus poblaciones.

Los investigadores también advirtieron sobre un efecto dominó, con la pérdida de una especie que afecta a otras que dependen de ella al límite. “La extinción genera extinciones“, alertaron y recordaron que, a diferencia de otros problemas ambientales, la extinción es irreversible.

Rana arlequín (Atelopus varius). Crédito de imagen: Gerardo Ceballos.

La humanidad depende de la biodiversidad para su salud y bienestar, dijeron los científicos, y la pandemia de coronavirus es un ejemplo extremo de los peligros de devastar el mundo natural. El aumento de la población humana, la destrucción de hábitats, el comercio de vida silvestre, la contaminación y la crisis climática deben abordarse con urgencia, dijeron.

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“Cuando la humanidad extermina a otras criaturas, está cortando la extremidad sobre la que se sienta, destruyendo partes funcionales de nuestro propio sistema de soporte vital”, aseguró el profesor Paul Ehrlich, de la Universidad de Stanford en EE.UU., y uno del equipo de investigación. “La conservación de especies en peligro de extinción debería elevarse a una emergencia mundial para los gobiernos e instituciones, igual a la interrupción climática a la que está vinculada”, agrega.

Rinoceronte de Sumatra (Dicerorhinus sumatrensis). Crédito de la imagen: Rhett A. Butler.

Estamos ante nuestra última oportunidad para asegurarnos de que los muchos servicios que la naturaleza nos brinda no sean saboteados irremediablemente“, dijo el profesor Gerardo Ceballos, de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien dirigió la investigación.

El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, examinó datos sobre 29.400 especies de vertebrados terrestres compilados por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN y BirdLife International. Los investigadores identificaron 515 especies con poblaciones por debajo de mil y aproximadamente la mitad de ellas tenían menos de 250 restantes. La mayoría de estos mamíferos, aves, reptiles y anfibios se encontraron en regiones tropicales y subtropicales, reseña The Guardian.

Tortuga gigante española (Chelonoidis hoodensis).Crédito de imagen: Gerardo Ceballos.

Los investigadores dijeron que sus hallazgos podrían ayudar a los esfuerzos de conservación al destacar las especies y regiones que requieren la atención más urgente.

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Mark Wright, director de ciencias de WWF, dijo: “Los números en esta investigación son impactantes. Sin embargo, todavía hay esperanza. Si detenemos el acaparamiento de tierras y la deforestación devastadora en países como Brasil, podemos comenzar a doblar la curva en la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. Pero necesitamos ambición global para hacer eso”.

Wren de la isla Clarion (Troglodytes tanneri). Crédito de la: Claudio Contreras Koob.

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