Joel Kowsky/NASA

(CNN/Futuro 360) – Una prueba de combustible crucial para el megacohete lunar Artemis I experimentó algunos altibajos el miércoles, lo que podría tener consecuencias en la fecha del lanzamiento de la misión que será parte de un viaje alrededor de la luna. 

Los controladores de lanzamiento detuvieron por unos minutos la carga de hidrógeno líquido en la etapa central del cohete Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), tras descubrirse una fuga de ese combustible. La filtración ocurrió en una placa de 20 cm, en la misma parte donde el pasado 3 de septiembre se encontró otra fuga de hidrógeno líquido que motivó la suspensión del despegue de la misión. Esto sucedió cuando el proceso pasaba de un llenado de combustible lento a uno rápido.

Sin embargo, los ingenieros pudieron llenar la parte principal e intermedia del cohete con oxígeno e hidrógeno líquido. También completaron una prueba de purga del motor, que acondiciona los cuatro motores y reduce su temperatura antes del lanzamiento.

El equipo de la misión descartó el primer intento de lanzamiento de Artemis I el 29 de agosto, en gran parte debido a un problema con un sensor defectuoso.

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“La prueba llevará el tanque de hidrógeno líquido al nivel de presión que experimentará justo antes del lanzamiento, mientras los ingenieros calibran los ajustes para acondicionar los motores a un caudal más alto, como se hará durante el conteo de terminales”, según una actualización de funcionarios de la NASA.

“La realización de pruebas de presurización durante la demostración permitirá a los equipos marcar las configuraciones necesarias y validar los cronogramas antes del día del lanzamiento, lo que reducirá el riesgo de programación durante la cuenta regresiva del lanzamiento”, agregaron.

El cohete SLS y la nave espacial Orión permanecen en la plataforma de lanzamiento del Centro Espacial Kennedy, en Florida, Estados Unidos.

Manejo de una fuga de hidrógeno

Los miembros del equipo estaban llenando lentamente la etapa central del cohete con hidrógeno líquido superfrío, pero se detuvieron poco después de detectar la fuga de hidrógeno. La fuga se encuentra en la misma área que una línea de desconexión rápida reparada, cuando el hidrógeno líquido estaba pasando de un llenado de cohete lento a un llenado más rápido.

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La directiva señaló a NASA TV que el equipo pudo resolver el problema por mecanismos de contingencia, los que demostraron ser efectivos en casos similares en el futuro. Así, el proceso de llenado con hidrógeno pudo continuar.

Entre los objetivos de las pruebas estaba el comprobar las reparaciones hechas a la línea de alimentación de hidrógeno líquido, donde se han colocado nuevos sellos.

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