Algunas personas pensarían que poder comprender aún más sobre nuestro universo, las respuestas estaría ahí afuera. Sin embargo, estudiar nuestro planeta entrega increíbles respuestas.

Con esto en mente, un equipo de científicos de la Facultad de Física y Astronomía de la Universidad de Kent, en Reino Unido,  se han dedicado a buscar polvo cósmico, proveniente de cometas y asteroides, en lugares tan remotos como el fondo del océano o la Antártida.

En un giro de 180° al aventurero y extremo tipo de estudio, ahora, se han quedado en “casa” y decidieron buscar es polvo en el tejado de una vieja catedral, la de Canterbury.

Dato geek es que esta catedral fue la elegida para grabar la saga de Harry Potter pero la solicitud fue denegada por el reverendo debido a que abordaba temáticas “paganas”.

¿Por qué analizar el techo de la catedral?

El equipo escogió esta imponente estructura debido a la inaccesibilidad que posee su tejado. Esto significa que desde que fue fundada por San Agustín en 597 d.C. las labores de mantenimiento del edificio no han logrado llegar hasta el techo por lo que no se ha pisado, dejando así registros con una larga data y sin contaminación.

La idea de estudiar estas partículas del tamaño de polvo es poder tener más información sobre los orígenes del sistema solar.

Lo interesante, es que el equipo ya se encuentra planeando extender este trabajo hacia la Catedral de Rochester en Kent y varias otras edificaciones religiosas del Reino Unido.

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