(CNN en Español) — A primera vista, las noticias parecen demasiado similares.

Se detecta un nuevo brote de virus. Comienza a extenderse por todo el mundo, caso por caso, país por país. Las autoridades de salud toman acción, rastrean las infecciones y emiten pautas.

Después de dos años tortuosos, es comprensible que la oleada de casos de la viruela del mono desempolve algunos malos recuerdos de principios de 2020, cuando el mundo conoció el COVID-19.

Pero, los expertos en salud han sido claros desde que surgieron los primeros casos. Aunque el público debe estar pendiente del brote de la viruela del mono, ambas enfermedades son muy diferentes. Y no: no existe el mismo motivo de alarma que hace dos años.

“Esto no es igual al COVID-19“, señaló la Dra. Jennifer McQuiston, veterinaria y subdirectora de la División de Patógenos y Patología de Alta Consecuencia de los CDC, en un comunicado la semana pasada.

Lee también: Shangai reduce restricciones por COVID-19 tras meses de confinamiento sanitario

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también intentó diferenciar las dos enfermedades para el público. “No creo que esto llegue al nivel de preocupación que existía con el COVID-19”, dijo Biden a periodistas en un reciente viaje a Tokio. Fue un cambio de tono abrupto con respecto a los comentarios que hizo el día anterior, cuando dijo que “todo el mundo debería estar preocupado“.

Por supuesto, varios líderes trataron de tranquilizar a sus ciudadanos cuando el COVID-19 empezó a propagarse, solo para que poco después ese virus protagonizara una pandemia que paralizó al mundo.

Entonces, ¿en qué se diferencia exactamente la viruela del mono del COVID-19, y por qué los expertos están mucho más tranquilos ante este brote?

Lo más importante es que la viruela del mono no se propaga tan fácilmente como el COVID-19. “La propagación por vía respiratoria no es la principal preocupación” de la viruela del mono, aclaró McQuiston. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la viruela del mono solo se transmite entre seres humanos si hay un contacto muy estrecho con una persona infectada, por ejemplo, compartiendo ropa o ropa de cama, o a través de la saliva.

Los síntomas de la viruela del mono, en especial las erupciones que suelen aparecer en el cuerpo de las personas contagiadas, son también más detectables que los síntomas del COVID-19. Y la propagación asintomática, que complicó los primeros esfuerzos para contener el nuevo coronavirus no se ha documentado en la viruela del mono, según un estudio de 2020.

“La viruela del mono puede ser una infección grave”, sobre todo en los países de bajos ingresos, donde el rastreo y los tratamientos no están disponibles de manera fácil, dijo la semana pasada Michael Head, investigador principal de Salud Global en la Universidad de Southampton, en el Reino Unido a CNN. No se ha registrado ninguna muerte por el brote actual de la viruela del mono.

Sin embargo, en el mundo desarrollado, “sería muy inusual ver algo más que un puñado de casos en cualquier brote, y no veremos niveles de transmisión del tipo (de COVID-19)”, añadió Head.

Lee también: Subvariantes de COVID-19 impulsarían casos durante el verano boreal

Pero lo más importante de todo es que la viruela del mono no es una enfermedad nueva. Las vacunas contra la viruela pueden utilizarse para combatir el virus. También hay una gran cantidad de investigaciones científicas sobre cómo actúa la enfermedad, y no muta tan rápidamente como lo ha hecho el COVID-19.

Así que si los titulares sobre la viruela del mono transportan tu mente a marzo de 2020, vale la pena tomar un respiro.

“Este es un virus que entendemos: tenemos vacunas contra él, tenemos tratamientos contra él, y se propaga de forma muy diferente al SARS-Cov-2 —no es tan contagioso como el COVID-19—, así que confío en que vamos a ser capaces de mantenerlo bajo control”, dijo el domingo el Dr. Ashish Jha, coordinador de la respuesta al COVID-19 de la Casa Blanca, a Martha Raddatz, de la cadena ABC.

Tags:

Deja tu comentario


Estreno

Martes / 22:30 / CNN Chile