El científico cognitivo Jeff Morgan Stibel, del Museo de Historia Natural de California, ha presentado un impactante evidencia que sugiere un vínculo entre los cambios climáticos pasados y una caída en el tamaño del cerebro humano.

Stibel explica que su investigación fue impulsada por estudios previos sobre el encogimiento del cerebro en la evolución humana. El objetivo era comprender las causas fundamentales detrás de este fenómeno poco explorado. Según el científico, comprender cómo ha evolucionado el cerebro a lo largo del tiempo en los homínidos es crucial para comprender nuestra especie.

Clima más cálido, cerebro más chico

El estudio analizó el tamaño del cerebro de 298 especímenes de Homo a lo largo de los últimos 50.000 años, relacionándolo con los registros naturales de temperatura, humedad y precipitaciones globales. Luego, comparó estos datos con registros climáticos, incluyendo datos de temperatura del Domo C del Proyecto Europeo para la extracción de testigos de hielo en la Antártida (EPICA).

Los resultados revelaron un patrón consistente de cambio en el tamaño del cerebro en la especie Homo, correlacionado con los cambios climáticos a lo largo del tiempo.

Durante el período de calentamiento del Holoceno, los seres humanos experimentaron una disminución significativa en el tamaño promedio del cerebro, llegando a más del 10,7%. Estos cambios, sin embargo, parecen ocurrir miles de años después de los cambios en el clima, especialmente después del último máximo glacial hace unos 17.000 años.

Aunque los resultados respaldan la idea de que el cambio climático está relacionado con las diferencias en el tamaño del cerebro humano, Stibel señala que otros factores, como la depredación, los efectos climáticos indirectos y los factores no climáticos, podrían estar contribuyendo a las variaciones observadas.

Se necesita más investigación para comprender completamente el impacto del cambio climático en la fisiología humana y su relación con la evolución del cerebro.

Este estudio plantea interrogantes sobre los posibles efectos perjudiciales del calentamiento global en curso en la cognición humana. Incluso una ligera reducción en el tamaño del cerebro podría tener un impacto significativo en nuestra fisiología y comportamiento. Además, abre la puerta a futuras investigaciones sobre cómo otros elementos del entorno cambiante podrían influir en la evolución del cerebro humano.

El estudio fue publicado en la revista Brain, Behavior and Evolution.

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