El hipo es un fenómeno molesto y a menudo pasajero, pero para Charles Osborne fue una realidad con la que tuvo que vivir durante 68 años.

Todo comenzó el 13 de junio de 1922, cuando trabajaba en una granja en Nebraska y tuvo un encuentro con un cerdo. Desde ese momento, los jadeos involuntarios no cesaron hasta 1990. Mientras que la mayoría de nosotros experimentamos episodios de hipo de corta duración, Charles Osborne sufrió los inconvenientes sociales de esta condición durante casi toda su vida.

Hipo… de por vida

El hipo es un reflejo que comienza en una vía neural llamada arco reflejo. Este fenómeno implica la contracción involuntaria de los músculos respiratorios y el cierre abrupto de la glotis, lo que produce el sonido característico “hip”.

Sus causas pueden variar, desde beber demasiado alcohol o comer en exceso, hasta emociones intensas y risa. Incluso se ha observado que los fetos tienen hipo en el útero, lo que sugiere que podría preparar los músculos para la respiración.

Existen numerosos remedios populares para detener el hipo, como beber agua fría, hacer gárgaras, contener la respiración e incluso la hipnosis o la acupuntura. Sin embargo, no hay evidencia sólida que respalde la efectividad de estos métodos.

Charles a la izquierda.

Si bien la mayoría de los episodios de hipo se resuelven sin intervención, el hipo crónico, que persiste durante más de 48 horas o incluso meses, debe tomarse más en serio.

Además de ser angustiante y causar agotamiento y pérdida de peso, el hipo crónico podría ser un indicio de una causa subyacente grave, como trastornos del sistema nervioso central, diabetes, reflujo, accidente cerebrovascular o incluso cáncer. Por lo tanto, es importante buscar atención médica si experimenta hipo crónico, ya que un diagnóstico adecuado puede ayudar a tratar la causa subyacente.

En el caso de Charles Osborne, a pesar de sus múltiples visitas a médicos, no se encontró una cura para su hipo. Se dice que un médico intentó detenerlo mediante el uso de monóxido de carbono y oxígeno, pero esto no resultó seguro para él.

Aunque vivió su vida con buen humor y desarrolló técnicas de respiración para minimizar el sonido del hipo, no fue sino hasta febrero de 1990 que el hipo de Charles Osborne se detuvo abruptamente, por razones desconocidas. Desafortunadamente, en mayo de 1991, falleció después de haber experimentado aproximadamente 430 millones de episodios de hipo.

El estudio y la comprensión del hipo siguen siendo un desafío, pero cada caso nos acerca un poco más a encontrar soluciones efectivas para quienes sufren de esta condición.

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