La marihuana deriva de una planta llamada Cannabis sativa. El delta-9-tetrahidrocannabinol, mejor conocido como THC, es uno de los más de 100 cannabinoides existentes que puede afectar el cerebro y cambiar el estado de ánimo.

Las distintas variedades de marihuana contienen diferentes cantidades de esta sustancia y esto hace que sus efectos sean difíciles de predecir o de controlar, según señala el portal Medline Plus. Pero, ¿si te contáramos que el cuerpo humano produce de manera natural sustancias químicas similares al THC?

Así lo aseguran Prakash Nagarkatti y Mitzi Nagarkatti, académicos de la Universidad de Carolina del Sur. Estas sustancias se denominan endocannabinoides y en realidad, se encuentran en todas las especies de vertebrados, cuya aparición ocurrió hace 575 millones de años antes que la Cannabis sativa.

Cannabis, pexels.

“Es como si el cuerpo humano tuviera su propia versión de una plántula de marihuana en su interior, produciendo constantemente pequeñas cantidades de endocannabinoides”, explicaron en una columna de opinión publicada en The Conversation.

Los endocannabinoides son fundamentales para muchas funciones fisiológicas que regulan la salud humana. De acuerdo a los expertos, un desequilibrio puede provocar trastornos clínicos “como la obesidad y enfermedades neurodegenerativas, cardiovasculares e inflamatorias”.

“Existe una variedad de tejidos en el cuerpo, incluidos el cerebro, los músculos, el tejido adiposo y las células inmunitarias, que producen pequeñas cantidades de endocannabinoides”, aseguran.

El papel de los receptores en el cuerpo

Según señalan, existen dos tipos principales de endocannabinoides: anandamida (AEA) y 2-araquidonoil glicerol (2-AG). Ambos pueden activar los receptores de cannabinoides del cuerpo, que reciben y procesan señales químicas en las células.

Uno de los receptores es CB1 (se encuentra predominantemente en el cerebro) y el otro es CB2 (se encuentra principalmente en las células inmunitarias). Todos estos receptores y moléculas se conocen como el sistema endocannabinoide.

La planta de cannabis contiene otro compuesto llamado cannabidiol (CBD), pero no tiene propiedades psicoactivas porque no activa los receptores CB1 en el cerebro y tampoco activa a CB2. Por este motivo la “sensación eufórica (…) que experimentan las personas cuando usan marihuana proviene del THC que activa los receptores CB1 en nuestro cerebro”.

Pero cuando los endocannabinoides que produce el cuerpo activan los receptores CB1, en comparación, no provocan esa sensación. Sin embargo, cada vez hay más pruebas de que ciertas actividades pueden liberar endocannabinoides que elevan el estado de ánimo.

“Los endocannabinoides regulan varias funciones corporales como el sueño, el estado de ánimo, el apetito, el aprendizaje, la memoria, la temperatura corporal, el dolor, las funciones inmunitarias y la fertilidad”.

La investigación de ambos expertos ha demostrado que “ciertas células del sistema inmunitario producen endocannabinoides que pueden regular la inflamación y otras funciones inmunitarias a través de la activación de los receptores CB2”.

La migraña, la fibromialgia, el síndrome del intestino irritable, el trastorno de estrés postraumático y la enfermedad bipolar están relacionados con niveles bajos de endocannabinoides, según los catedráticos.

“Creemos que las propiedades medicinales del THC pueden estar relacionadas con la capacidad de la molécula para compensar una deficiencia o defecto en la producción o funciones de los endocannabinoides”, reflexionan.

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