Vivir la tercera edad en Chile puede ser una experiencia compleja, marcada por la soledad y la falta de redes de apoyo.

Así lo deja en evidencia un reciente informe del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, en que detalla que más de medio millón de adultos mayores chilenos viven solos, y el 32% de ellos carece de amigos.

Esto demuestra la importancia de abordar este desafío y construir puentes de amistad para mejorar la calidad de vida de nuestros mayores.

El estudio destaca que las relaciones humanas son esenciales para el bienestar físico y mental de las personas mayores.

La soledad y la falta de conexiones sociales pueden tener un impacto negativo en su salud.

El informe revela que un 24% de los adultos mayores se siente insatisfecho con su vida social, mientras que el 63% se siente conforme. Este dato es crucial en una población cada vez más envejecida.

Uno de los desafíos más apremiantes es el aumento de los hogares unilaterales, donde un 14.6% de la población mayor de 60 años vive sola. Esta cifra ha aumentado significativamente en los últimos cinco años debido a la disminución de las tasas de fecundidad. Además, el 50% de los mayores no conoce a alguien que pueda ayudar a conseguir trabajo, lo que subraya la necesidad de fortalecer las redes de apoyo.

Mantener un círculo social activo es fundamental

El informe revela que a medida que aumentan los contactos sociales, también lo hace la satisfacción vital, y disminuyen los síntomas depresivos. El 87.6% de las personas con 4 a 5 contactos se siente satisfecho con su vida, en comparación con quienes tienen solo un contacto.

Es esencial diversificar las redes de apoyo. El 58% de los contactos son familiares, y el 42% son conocidos. Fomentar la conexión con amigos, vecinos y colegas de trabajo es clave para enriquecer la vida social de los adultos mayores.

La educación también influye en la amplitud de las redes. Aquellos con educación superior tienen más contactos en promedio que quienes tienen educación básica o menos. Esto resalta la importancia de programas educativos para este grupo de edad.

El desafío de fortalecer las redes de apoyo social es compartido tanto por el ámbito público como el privado. El Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) trabaja en la construcción de vínculos y redes, mientras que la Compañía de Seguros Confuturo ofrece diversas iniciativas, como cursos gratuitos y programas de acompañamiento social telefónico.

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