Investigación descubre que el enojo nos ayuda a resolver tareas más difíciles

Un nuevo estudio reveló que la ira puede ser una poderosa motivación al momento de realizar tareas complicadas. El experimento, publicado en la revista Journal of Personality and Social Psychology, sugiere que las personas enojadas son mejores al momento de ejecutar labores difíciles que las que se encuentran en un estado emocionalmente neutral.

Al respecto, el doctor Heather Lench, principal autor del estudio, afirmó que “los hallazgos demuestran que la ira incrementan los esfuerzos de cumplir las metas deseadas, resultando en muchas ocasiones en éxito mayor”.

¿Cómo afecta la ira a las personas?

La investigación detalla experimentos dirigidos por científicos de la Universidad de Texas A&M, quienes reclutaron a más de 1.000 personas, analizando a la vez información compilada de historiales de otras 1.400, con el propósito de explorar el posible impacto de la ira en las personas en diferentes circunstancias.

En uno de los escenarios, a los encuestados se les mostró imágenes que les incitaban a la ira, el deseo, la entretención, la tristeza o que no despertaban ninguna emoción en ellos. Posteriormente, se les pidió que resolvieran una serie de anagramas.

Según reportó The Guardian, los resultados revelaron que en las pruebas más difíciles las personas enojadas tuvieron mejores resultados que las que se encontraban en otros estados emocionales. Sin embargo, no se observaron diferencias en los anagramas más fáciles.

Los investigadores aseguraron que una posible explicación para este fenómeno podría deberse a la relación que existe entre la ira y una mayor perseverancia. En esa línea, los científicos detrás del estudio notaron que las personas iracundas pasaron más tiempo resolviendo las tareas más difíciles de forma voluntaria.

En otro experimento, los participantes que estaban enojados esquivaron mejor banderas en un videojuego de esquí que quienes se encontraban neutrales o tristes, logrando resultados similares a quienes se encontraban felices. 

Finalmente, los expertos sugirieron que las personas más enojadas solían hacer más trampa para completar las tareas propuestas por los experimentos, además, provoca un tiempo de respuesta más pequeño.