A mediados de abril, el Instituto de Salud Pública (ISP) confirmó el segundo caso de contagio por el virus Hanta en la Región de O’Higgins, una enfermedad respiratoria grave que puede llegar a ser mortal.

Tal como explica, Daniela Figueroa, docente de la Escuela de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales de la Universidad de O’Higgins (UOH), el virus puede provocar el Síndrome Pulmonar por Hantavirus, cuyos síntomas pueden incluir fiebre, dolores musculares, de cabeza, tos seca y dificultad para respirar.

A estos, en casos específicos, se pueden agregar náuseas, vómitos y dolor abdominal. Esta sintomatología se presenta luego que el/la afectado/a estuvo en contacto con un roedor, por lo que “es importante buscar atención médica de inmediato”.

“Los constantes cambios medioambientales, la destrucción de los ecosistemas y la acción del hombre han alterado los hábitats de múltiples organismos, lo que ha hecho más estrecha la interacción hombre-animal”, señaló la investigadora.

¿Por qué se genera esta patología? De acuerdo a la especialista, es por la perturbación de los ecosistemas naturales y con ello “estamos propiciando las condiciones para que aumenten las enfermedades infecciosas, hoy tenemos un planeta más caliente y, a consecuencia, de ello un mundo mucho más enfermo”.

¿Cómo se genera el contagio de esta enfermedad?

Según señala Figueroa, el Hantavirus “es considerado una zoonosis viral, esto quiere decir que se transmite desde un animal al hombre y el agente que lo provoca es un virus. Además, es considerada una enfermedad emergente, o sea ‘nueva’, y hoy es endémica en Chile.

Esto quiere decir que cada cierto tiempo tenemos casos esperables dentro del país. El contagio se genera por “la orina, saliva y heces de los roedores silvestres que portan el virus (portadores), pertenecientes a la especie Oligoryzomys longicaudatus, cuyo nombre vulgar es ‘ratón de cola larga o colilargo’.

“El aumento de la temperatura debido a la acción antrópica podría estar produciendo una mayor aerosolización del virus, lo que provocaría un aumento de los casos de inhalación del virus por las personas”. A esto, Figueroa agrega que “el aumento de casos durante los meses de verano y primavera coincide con un incremento en el número de la población de roedores portadores, dado por la semillación de plantas que son la fuente principal de alimento del roedor”, señaló la también fundadora de la Red One Health Latinoamérica + Ibero y El Caribe, respecto al aumento de contagios.

Recomendaciones para prevenir el contagio

Luego de conocerse estos casos de contagio, se hace importante seguir medidas de prevención y compartirlas con la población. Sobre esto, Daniela Figueroa destaca que se deben controlar tres aspectos esenciales, como lo es el refugio, alimento y agua.

Las principales medidas de prevención son:

· Evitar la convivencia con roedores y el contacto con sus secreciones.

· Evitar que los roedores entren o hagan nidos en las viviendas.

· En el caso de realizar actividades de trekking, usar calzado cerrado. Además, se debe circular sólo por sendas habilitadas.

· Tapar orificios existentes en puertas, paredes y cañerías.

· Limpiar el hogar con una parte de cloro cada nueve de agua, dejar 30 minutos y luego enjuagar. También se recomienda humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo y usar mascarilla cuando se realiza.

· En caso de vivir en zonas rurales, colocar las huertas y almacenar la leña a más de 30 metros de las casas. Cortar pastos y malezas hasta un radio de 30 metros alrededor del domicilio.

· Previo a entrar a un lugar que estuvo cerrado, ventilarlo durante 30 minutos. Cubrirse la boca y la nariz con mascarilla N95 antes de ingresar.

· Lavarse las manos con agua y jabón al finalizar estas tareas.

· Al acampar, hacerlo lejos de maleza y basurales. No dormir directamente sobre el suelo y consumir agua potable.

En el caso de encontrar un roedor vivo, se debe usar veneno o trampas para capturarlo, sin intentar tocarlo o golpearlo. Es importante consultar en el municipio si se dispone de un servicio de control de plagas.

Por otra parte, si se trata de un roedor muerto, hay que rociarlo con cloro junto con todo lo que haya podido estar en contacto y esperar un mínimo de 30 minutos. Luego, hay que recogerlo utilizando guantes, enterrarlo a más de 30 cm de profundidad o quemarlo.

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