Dentro de las excentricidades que representa el turismo y viajes espaciales, la startup Inversion Space propuso transportar órganos artificiales a la órbita terrestre baja con el objetivo de enviarlos a 25 veces la velocidad de la luz a cualquier lugar del mundo que los necesite.

Según lo detallado por The New York Times, estas cápsulas del tamaño de una maleta de mano también podrán almacenar unidades hospitalarias móviles que podrían desplegarse en cualquier parte del planeta.

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Si bien se trata de un visionario proyecto, aún no existen órganos artificiales viables. Tampoco han especificado si estos materiales podrían mantenerse en la Estación Espacial Internacional o, quizá, diseñar una estación orbital permanente.

Si bien este proyecto diseñado por Justin Fiaschetti -ex pasante de SpaceX- y Austin Briggs, ya tiene asegurados US $ 10 millones en capital inicial, aún necesita más dinero para asegurar que sus cargas llegarán al espacio.

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