A quién no le ha pasado que luego de una fiesta o reunión con amigos, y con bastante consumo de alcohol, presenta problemas para dormir o despierta muy cansando.

Bueno, el o los agradables cocteles en la noche podrían estar pasando factura a tus horas de sueño y, en última instancia, a tu bienestar general cuando te vas a dormir ebrio.

En esta nota, exploraremos por qué dormir después de una noche de fiesta puede no ser la mejor idea y cómo el alcohol interfiere con los patrones de sueño.

Chile, conocido por su vibrante vida nocturna y el consumo de alcohol, se encuentra en el séptimo lugar a nivel mundial en consumo per cápita, con un promedio mensual de 9,1 litros por persona, según datos proporcionados por Statista.

El papel del alcohol en el sueño

Bares, discotecas y pubs ofrecen una vía de escape para disfrutar de momentos divertidos entre amigos y colegas. Pero, incluso un solo vaso de alcohol puede tener un impacto significativo en la calidad de tu sueño.

Según la Dra. Theresa Schnorbach, científica del sueño de Emma Chile, el alcohol afecta a sustancias químicas clave en el cerebro responsable de regular el ritmo de sueño y vigilia, como la adenosina y el GABA.

La influencia de la adenosina y el GABA

La adenosina es fundamental para la sensación de somnolencia, ya que su acumulación en el cerebro provoca la necesidad de dormir. De manera similar, el GABA desempeña un papel esencial en la generación de los tipos de sueño REM y NREM.

Al consumir alcohol, tu cerebro se vuelve más susceptible a los efectos inductores del sueño de estas sustancias, lo que resulta en un sueño más profundo y rápido.

Los ciclos del sueño y el alcohol

El sueño consta de dos etapas principales: el NREM, en el que la actividad cerebral disminuye, y el sueño REM, caracterizado por movimientos oculares rápidos y actividad cerebral intensa. Mientras que el alcohol puede ayudar a conciliar el sueño más rápidamente, también puede alterar estos ciclos.

El sueño inducido por el alcohol tiende a tener más sueño profundo y menos sueño REM, lo que puede llevar a despertares frecuentes durante la noche.

Efectos a corto y largo plazo

Dormir después de beber puede tener una serie de consecuencias negativas. Además de un sueño insuficiente, las personas pueden experimentar ansiedad y nerviosismo debido a la falta de procesamiento emocional durante el sueño. Problemas como la parálisis del sueño, pesadillas y síntomas de apnea del sueño también pueden intensificarse.

La falta de sueño adecuado después de consumir alcohol puede suprimir procesos naturales esenciales para la recuperación emocional y física.

Recomendaciones para un mejor sueño después de una noche de fiesta

  • Bebe agua para combatir la deshidratación.
  • Espacio al menos 4 horas entre tu última copa y la hora de acostarte.
  • Evita beber en varias noches consecutivas para permitir que tu cuerpo y tu sueño se recuperen.
  • Mantén tu ritmo circadiano levantándote a tu hora habitual.
  • Consume alimentos y líquidos después de despertar.
  • Disfruta de la exposición al sol por la mañana para aumentar la producción de serotonina.
  • Si necesita una siesta, que no exceda los 20 minutos y evite que sea demasiado cercano a la hora de acostarse.
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Martes / 22:30 / CNN Chile