(CNN) – ¿Te identificas como ansioso, evitativo, desorganizado o seguro?

Para quienes no estén familiarizados con la jerga de la psicología popular, estos términos se refieren a los cuatro tipos de apego.

Los tipos de apego describen cómo se comportan las personas en las relaciones, desde sus deseos de cercanía e intimidad hasta su sensibilidad ante posibles amenazas en la relación.

Pero a diferencia de los cinco lenguajes del amor o los tipos de personalidad de Myers-Briggs, tienen raíces científicas.

Desarrollada por el psicoanalista John Bowlby en la década de 1950 y ampliada posteriormente por su colega Mary Ainsworth, la teoría del apego se centraba inicialmente en cómo se comportaban los bebés cuando se separaban de sus cuidadores.

En la década de 1980, los psicólogos Cindy Hazan y Phillip Shaver descubrieron que los adultos mostraban pautas de comportamiento similares en las relaciones románticas.

Desde entonces, la teoría del apego ha trascendido las páginas de los libros de texto de psicología y ha alcanzado un reconocimiento generalizado. El libro de autoayuda de 2010 Attached: The New Science of Attachment and How It Can Help You Find – And Keep – Love, del Dr. Amir Levine y Rachel Heller, ha experimentado un reciente aumento de ventas, reporta el New York Times.

En TikTok, por su parte, el hashtag #attachmentstyle ha sido visto más de mil millones de veces.

Comprender tu propio estilo de apego y el de los demás puede ayudarte a mejorar tus relaciones. Pero aunque la teoría del apego es omnipresente hoy en día, se malinterpreta con mucha frecuencia.

Apego seguro

Las personas con un estilo de apego seguro se sienten cómodas en general con la cercanía y la intimidad, y son capaces de comunicar sus necesidades y sentimientos en las relaciones, afirma Levine, que también es profesora asociada de Psiquiatría en la Universidad de Columbia. Las personas seguras tienden a ser cariñosas y afectuosas, y en general confían en sus parejas sin temor a ser abandonadas. Como era de esperar, las personas seguras suelen ser más felices en sus relaciones, afirma Levine.

Los psicólogos Hazan y Shaver descubrieron en su investigación que alrededor del 56% de los sujetos tenían un estilo de apego seguro.

Apego ansioso

Las personas con un estilo de apego ansioso ansían intimidad y cercanía, explica Levine a CNN. Pero también son sensibles a las posibles amenazas para la relación: tienden a preocuparse por si su pareja quiere estar con ellos y, por tanto, requieren una validación más frecuente.

Cuando se enfrentan a una amenaza potencial para la relación, las personas ansiosamente apegadas a veces recurren a lo que se denomina comportamiento de protesta: por ejemplo, si perciben que su pareja les presta menos atención, pueden hacer cosas para ponerla celosa o amenazar con irse. Aunque equivocadas, estas reacciones son un intento de restablecer la conexión en la relación.

Alrededor del 19% de los sujetos de la investigación de Hazan y Shaver tenían un estilo de apego ansioso-ambivalente (otra forma en que se conoce este apego).

Apego evitativo

Las personas con un estilo de apego evitativo asocian la intimidad con una pérdida de independencia y, en consecuencia, tienden a retraerse cuando alguien se acerca demasiado. Según Levine, no es necesariamente que estas personas no quieran tener relaciones, sino que se sienten abrumadas por la cercanía.

“Existe la idea de que el amor lo conquista todo: que si alguien te quiere lo suficiente, hará todo lo que esté en su mano para estar contigo —afirma Levine—. Pero eso no es cierto en absoluto. La gente puede quererte mucho, pero dependiendo de su estilo de apego, se comportará de forma muy diferente”.

Alrededor del 25% de los sujetos de la investigación de Hazan y Shaver tenían un estilo de apego evitativo.

Apego evitativo temeroso

El apego evitativo temeroso, también conocido como desorganizado, es una combinación de los estilos ansioso y evitativo y es más raro y menos discutido que los otros tres. Las personas con apego evitativo temeroso desean establecer una conexión, pero temen salir lastimadas una vez que están en una relación y, como resultado, tienden a alejar a las personas.

Entre el 3% y el 5% de las personas pertenecen a esta categoría, escribieron Levine y Heller en “Attached”.
“Tienen tendencias de los estilos de apego ansioso y evitativo, salvo que hay más de esta herida central de traición —añadió Jessica Da Silva, terapeuta matrimonial y familiar y coach de apego—. A menudo han sufrido traumas muy graves, a menudo muchos abusos. Así que tienen la sensación de no poder confiar plenamente en la gente”.

Lo que la gente no entiende sobre los estilos de apego

estilos de apego

Tener un estilo de apego que entra en conflicto con el de tu pareja no tiene por qué significar que esten condenados al fracaso. Las personas pueden cambiar sus estilos de apego con el tiempo, afirma Levine.

Los estudios sugieren que el mero hecho de conocer los cuatro tipos de apego puede tener un efecto positivo en las relaciones, no solo con la pareja, sino también con los amigos, la familia y los compañeros de trabajo.

Pero en lugar de considerar los estilos de apego como categorías rígidas, Levine afirma que es más acertado pensar en ellos como orientaciones. Estas características existen en un espectro y suelen depender del contexto. Algunas personas pueden tener un apego ansioso leve, mientras que otras pueden tener uno más extremo. Los estilos de apego también pueden variar de una relación a otra: una persona puede ser segura con su pareja, pero ansiosa con sus compañeros de trabajo, por ejemplo.

Puede ser tentador considerar los estilos de apego ansioso, evitativo y temeroso como una señal de que algo va mal en ti. Pero eso no es cierto, como tampoco lo es que todas las personas ansiosas sean necesitadas y todas las evitativas sean narcisistas, afirma Levine.  Nuestros estilos de apego forman parte de nuestra biología: ser más sensible a las amenazas o más independiente tiene ventajas evolutivas.

“Los estilos de apego no son patológicos. Son solo una variación usual de una norma”, añade Levine.

Sin embargo, cuando se trata de relaciones, hay pruebas que sugieren que es más ventajoso ser seguro. Un estudio reciente descubrió que los adultos seguros son más propensos a tener mejores resultados en salud mental.

Pero si te identificas más como evitativo o ansioso, no todas las esperanzas están perdidas. Las personas pueden cambiar sus estilos de apego y volverse más seguras con el tiempo. Además de reconocer cómo se responde a las amenazas en las relaciones, Levine recomienda rodearse de personas más seguras.

Algunos psicólogos sugieren acompañar la lectura de un libro de autoayuda sobre estilos de apego con la terapia u otros enfoques de intervención.

Los estilos de apego no lo son todo en una relación, pero son una herramienta que puedes utilizar para entenderte mejor a ti mismo y a las personas con las que te relacionas.

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