CRÉDITO: NASA.

En una ceremonia histórica realizada este 12 de enero en las instalaciones Skunk Works de Lockheed Martin en Palmdale, California, la NASA y el contratista principal Lockheed Martin presentaron oficialmente el revolucionario avión X-59.

Este evento marca el inicio de la primera fase de una misión ambiciosa: volar más rápido que la velocidad del sonido sin generar el característico estampido sónico.

Avión X-59

El X-59 es la pieza central de la misión Quesst de la NASA, que busca demostrar las capacidades supersónicas silenciosas de esta aeronave. Este hito representa no solo un logro técnico sobresaliente, sino también un paso significativo hacia el futuro de la aviación comercial de alta velocidad y silenciosa sobre tierra firme.

Catherine Bahm, directora del proyecto Low Boom Flight Demonstrator de la NASA, destacó la importancia de la presentación del X-59 como un momento especial para el equipo de innovadores en la aeronáutica. “La presentación no solo celebra los logros técnicos del avión, sino también el espíritu de investigación en la aeronáutica“, afirmó Bahm.

Vuelos espaciales hipersónicos

La tradición de presentar aeronaves no es nueva para la NASA, y eventos similares han marcado hitos cruciales en la historia de la exploración aeroespacial.

En 1959, el X-15, el primer avión propulsado por cohete, simbolizó el futuro de los vuelos espaciales hipersónicos.

Presentación del avión X-15. Crédito: NASA.

Más tarde, en 1976, el transbordador espacial Enterprise fue presentado, marcando el camino para el Programa del Transbordador Espacial.

Importancia de X-59

En el caso del X-59, la ceremonia de presentación representa más que un simple acto simbólico, esto porque hace cincuenta años, Estados Unidos prohibió los vuelos supersónicos comerciales sobre tierra debido al ruido generado por los estampidos sónicos.

La tecnología desarrollada en el marco de la misión Quesst tiene el potencial de reducir drásticamente este ruido, allanando el camino para reconsiderar la prohibición actual.

Un vuelo desde Nueva York hasta Madrid con el aviópn X-59 tardaría solo dos horas.

La idea de levantar la prohibición de los vuelos supersónicos sobre tierra firme es realmente emocionante. Y ése es el futuro que podría habilitar el X-59″, expresó Bahm.

El proyecto Quesst no solo busca superar barreras técnicas, sino también regulatorias, recopilando datos del X-59 que podrían influir en la revisión de las normativas actuales.

Con el ensamblaje completado, la misión de la NASA para silenciar el estampido sónico ingresa a un nuevo capítulo. Aunque se avecinan pruebas en tierra firme antes del primer vuelo programado para finales de este año, el lanzamiento del X-59 representa un logro monumental y un paso crucial hacia el futuro potencial de los viajes supersónicos comerciales.

Crédito: NASA.

“Nuestros ojos están puestos en la misión”, concluyó Bahm. Con cada componente del X-59 contribuyendo a innovar nuevas formas de volar, este avión no solo simboliza el progreso tecnológico, sino también el espíritu audaz de la exploración aeroespacial que ha caracterizado a la NASA a lo largo de los años.

La NASA ha dividido el programa en tres fases:

  • Primera fase: Se extiende desde 2018 hasta este año, se centra en el desarrollo y ajuste del prototipo.
  • Segunda fase: programada para 2025, implica vuelos supersónicos de prueba para demostrar la seguridad y el rendimiento.
  • Tercera y última fase:entre 2026 y 2027, verá al X-59 volar sobre ciudades de EE. UU., evaluando la percepción del ruido por parte de la población.

Características del avión

Este avión supersónico está diseñado para volar a velocidades de Mach 1,4 (1.700 km/h) y altitudes de 16.764 kilómetros. Además, incorpora características de varios aviones, como:

  • Tren de aterrizaje de un caza F-16.
  • Cubierta de la cabina de un T-38.
  • Sistema de propulsión de un avión espía U-2.

Fuselaje innovador: Más que una cabina

El fuselaje del X-59 alberga la cabina y define la forma única de la aeronave. La nariz, de 9 metros de longitud, se montará posteriormente en el fuselaje.

La cabina presenta un componente inusual: el Sistema de Visión Externa (XVS en sus siglas en inglés), una ventana orientada hacia adelante que utiliza imágenes complejas de cámaras montadas en la nariz, mostradas al piloto a través de un monitor 4K.

Este sistema de visión avanzado es esencial debido a la forma distintiva y la nariz larga del X-59, que no permite una cubierta de cabina tradicional.

Ala compleja

El ala, con 9 metros de ancho, es la parte más reconocible del avión y alberga sistemas de combustible y control.

Fabricada con precisión por Lockheed Martin, el proceso involucró máquinas robóticas, como Mongoose y COBRA. Mongoose, capaz de tejer revestimientos de alas compuestas, utiliza luz ultravioleta para unir materiales, mientras que COBRA, abreviatura de Operación Combinada: Atornillado y Perforación Automática Robótica, crea agujeros para unir revestimientos de alas a la estructura con eficiencia.

Cola resistente al calor: Protegiendo el motor supersónico

La cola, que alberga el compartimiento del motor GE F414, está construida con materiales resistentes al calor para proteger la aeronave.

El motor, situado en la sección superior del X-59, es parte integral del diseño para lograr un vuelo supersónico silencioso, al igual que el XVS y otras características deliberadas.

El X-59 QueSST no solo es un avión, es una promesa de innovación en la aviación supersónica.

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