Acierto espacial: La maravillosa foto que capta dos fenómenos atmosféricos distintos

La Tierra es genuinamente mágica. Es cosa de mirar la imagen destacada de este post, la cual consiste de una foto previa al amanecer, capturada por un miembro de la expedición 62 de la Estación Espacial Internacional (ISS). 

En esta imagen, tomada mientras mientras el ISS estaba volando justo al sur de la Península de Alaska, los fantásticos colores que ves son partículas de la atmósfera superior de la Tierra interactuando de diferentes formas, resultando en dos fenómenos diferentes en una foto generados en nuestra atmósfera. 

Una vista realmente sorprendente, que es posible explicar fácilmente con algo de ciencia. 

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El primer fenómeno conocido como aurora (el brillo verde, con puntas rojas a la izquierda de la imagen). Este ocurre cuando partículas cargadas de los vientos solares chocan contra la magnetosfera terrestre; una especie de capa protectora que mantiene a raya dichas partículas. 

Mezclado con los gases atmosféricos tales como el oxígeno o el nitrógeno, las partículas crean este impresionante y deslumbrante efecto. 

Excitadas por el viento solar, los átomos de oxígeno en las altitudes superiores, reflejan este exceso de energía con un brillo rojo, mientras que el verde es causado por las moléculas de nitrógeno u oxígeno, liberando la energía a altitudes menores. 

Sin embargo, la aurora es sólo uno de los fenómenos presentes en la foto. Si vemos hacia la derecha de ella, es posible apreciar las bandas amarillo-rojizas de luz justo por encima del planeta. Esto se conoce como “resplandor del aire”, y a pesar de ser más sutil que la aurora, es igual de fascinante. 

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Para entender el “resplandor del aire”, más específicamente el “brillo nocturno”, necesitas recordar que el cielo nocturno nunca está completamente oscuro, incluso si extrajeras la contaminación lumínica, la luz de las estrellas, la luz difuminada del sol. 

Los átomos producen emisiones al encontrarse en sus estados excitados. Por ejemplo, el oxígeno que se ha roto durante el día se recombina, liberando su energía extra como fotones de noche. Las moléculas de nitrógeno y las reacciones que tienen con el oxígeno contribuyen a esta particular luminosidad.