Si le preguntas a alguien de Australia sobre un misterioso animal colgante, lo más probable es que te cuenten algún encuentro cercano con este primo del koala australiano, el cual sería carnívoro y tendría peligrosos colmillos.

Sin embargo, este marsupial no existe y se suma a la lista de mitos urbanos similares a las de otros países, tales como los yetis y el monstruo del lago Ness. Este curioso animal es usado para asustar a la gente, normalmente de otros países.

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El truco sería simple: Cuando un turista está a punto de adentrarse en un bosque alguien le advertirá que “tenga cuidado con los osos tiradores”. Al preguntar qué es eso, le contarán la historia de la criatura feroz con garras que cae inesperadamente de los árboles.

“Los haces mirar hacia los árboles, nerviosos (…) Obtienes una reacción tan hermosa que apela al sentido del humor australiano“, sostuvo Ian Coate, autor y fundador del sitio web Mythic Australia.

Crédito: Mythic Australia (montaje de un oso cayendo sobre una familia)

Algunas personas han llevado su engaño a un nivel completamente nuevo. Instituciones como el Museo de Australia inclusive crearon una página de información falsa en su sitio web, que advierte de los peligros de estos animales ficticios.

Una vez que la presa está a la vista, Drop Bear caerá hasta ocho metros para saltar sobre la víctima desprevenida. El impacto inicial a menudo aturde a la presa, lo que permite que sea mordida en el cuello y rápidamente sometida”, sostiene la organización en su página.

A pesar de la popularidad del llamado Drop Bear y su creciente reputación internacional, se desconocen sus orígenes reales. Algunos aseguran que es casi seguro que inició como una simple historia de fantasmas usada para asustar a los niños, similar a como sucedió en Chile con el famoso chupacabras.

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En un irónico giro de trama, recientemente expertos han sugerido la existencia de un depredador mortal que cayó de los árboles para atacar a sus presas. La evidencia arqueológica apunta a un león marsupial prehistórico, llamado thylacoleo carnifex, que vivió y cazó hace miles de años, transformándolo en un posible origen del mito.

Gracias al Internet y las redes sociales, la historia del animal colgante ha ganado nuevos adeptos y fama. En enero de 2020, según Google Trends, las búsquedas del Drop Bear superaron a las monstruo del lago Ness en la categoría de criaturas ficticias.

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