Nunca el sexo había sido más peligroso. Una investigación australiana ha revelado que los largos viajes que realizan los quolls para poder aparearse, está provocando que se encuentran faltos de sueño y se conviertan en una presa fácil para los predadores.

El estudio detalla que la falta de descanso de los marsupiales carnívoros -del tamaño de un gato pequeño- provoca que se encuentren en peligro.

La investigación sería la respuesta para comprender por qué durante la época de apareamiento, los machos tienen sexo hasta morir. Incluso, son más propensos a atraer parásitos, ya que pasar más tiempo acicalándose.

Para llegar a esta conclusión, el equipo recopilo datos durante 42 días, luego de colocar unas mochilas rastreadoras a los quolls machos y hembras en la isla Groote Eylandt, frneet a la costa del Territorio Norte de Australia.

Los datos revelaron que algunos quollos caminaron más de 10 kilómetros en la noche -eso equivale a 40 km de distancia humana- para llegar a las hembras.

“La privación del sueño y los síntomas asociados durante un período prolongado harían imposible la recuperación y podrían explicar las causas de muerte registradas en los machos después de la temporada de reproducción. Se convierten en presa fácil, no pueden evitar las colisiones de vehículos o simplemente mueren de agotamiento”, explicó Joshua Gaschk, autor principal del estudio a la BBC.

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