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(CNN) – El “glaciar del fin del mundo” de la Antártida, apodado así porque su colapso podría provocar un aumento catastrófico del nivel del mar, se está derritiendo rápidamente de forma inesperada, advierte una nueva investigación.

El glaciar Thwaites tiene aproximadamente el tamaño de Florida y está situado en la Antártida Occidental. Parte de lo que lo mantiene en su sitio es una plataforma de hielo que sobresale en la superficie del océano. La plataforma actúa como un corcho, reteniendo el glaciar sobre la tierra y proporcionando una importante defensa contra el aumento del nivel del mar.

Pero la plataforma de hielo es muy vulnerable ante el incremento de la temperatura del océano.

En dos estudios que se publicaron este miércoles en la revista académica Nature, los científicos revelan que, si bien el ritmo de deshielo bajo la mayor parte de la plataforma de hielo es más lento de lo que se pensaba, las grietas profundas y las formaciones en “escalera” en el hielo se están derritiendo mucho más rápido.

Grietas en el glaciar Thwaites en 2020. Crédito: Dra. Britney Schmidt/ITGC

A medida que se acelera el cambio climático, el glaciar Thwaites está cambiando rápidamente.

Cada año vierte miles de millones de toneladas de hielo al océano, contribuyendo en un 4% a la subida anual del nivel del mar. El deshielo es especialmente rápido en el punto donde el glaciar se une al fondo marino, que ha retrocedido casi 14 kilómetros desde finales de la década de 1990, exponiendo una mayor porción de hielo a las aguas relativamente cálidas del océano.

El colapso completo del Thwaites podría provocar una subida del nivel del mar de más de 70 centímetros, lo que sería suficiente para devastar las comunidades costeras de todo el mundo. Pero el Thwaites también actúa como una presa natural para el hielo circundante en la Antártida Occidental, y los científicos han estimado que el nivel global del mar podría aumentar en última instancia alrededor de 3 metros si colapsara.

Aunque podría tardar cientos o miles de años, la plataforma de hielo podría desintegrarse mucho antes, desencadenando un retroceso del glaciar inestable y potencialmente irreversible.

Para comprender mejor la remodelación de la remota costa, un equipo de científicos estadounidenses y británicos de la Colaboración Internacional del Glaciar Thwaites viajó al glaciar a finales de 2019.

Utilizando un taladro de agua caliente, perforaron un agujero de casi 600 metros de profundidad en el hielo y, durante un período de cinco días, enviaron varios instrumentos para tomar mediciones del glaciar.

La perforación en el glaciar Thwaites. Crédito: Peter Davis/British Antarctic Survey/ITGC

Los instrumentos incluían un robot con forma de torpedo llamado Icefin, que les permitió acceder a zonas que antes eran casi imposibles de explorar. El vehículo a control remoto tomó imágenes y registró información sobre la temperatura y la salinidad del agua, así como sobre las corrientes oceánicas.

Britney Schmidt, profesora asociada de la Universidad de Cornell y autora principal de uno de los artículos, explicó a CNN que el vehículo fue capaz de “nadar hasta estos lugares realmente dinámicos y tomar datos desde el fondo marino hasta el hielo”.

Los resultados de la investigación revelan “un panorama muy matizado y complejo”, declaró a CNN Peter Davis, oceanógrafo del British Antarctic Survey y autor principal del otro artículo.

Los científicos descubrieron que, aunque el glaciar está retrocediendo, el ritmo de deshielo bajo la mayor parte de la parte plana de la plataforma de hielo era menor de lo esperado. Según el estudio, el ritmo medio de deshielo era de entre 2 y 5,4 metros al año, menos de lo previsto en modelos anteriores.

Según el estudio, el deshielo está siendo reprimido por una capa de agua más fría y fresca en la base del glaciar, entre la plataforma de hielo y el océano.

“El glaciar sigue teniendo problemas”, declaró Davis en un comunicado, y añadió: “Lo que hemos descubierto es que, a pesar de las pequeñas cantidades de deshielo, el glaciar sigue retrocediendo rápidamente, por lo que parece que no hace falta mucho para desequilibrarlo“.

El robot Icefin bajo el hielo marino cerca de la estación McMurdo. Crédito: Rob Robbins/ITGC

Icefin en la corriente de hielo Kamb tras ser sacado del agua. Crédito: Britney Schmidt/Justin D. Lawrence/ITGC

Los científicos también se sorprendieron por un segundo hallazgo. Descubrieron un paisaje glaciar submarino mucho más complejo de lo esperado, dominado por extrañas terrazas en forma de escalera y grietas (grandes fisuras que atraviesan toda la plataforma de hielo).

El equipo de investigación descubrió que el deshielo era especialmente rápido en estas zonas. El agua cálida y salada se colaba por las grietas y fisuras y las ensanchaba, lo que contribuía a la inestabilidad del glaciar.

El glaciar no solo se está derritiendo desde arriba, sino también hacia fuera”, afirmó Schmidt.

El deshielo a lo largo del hielo inclinado de las grietas y escalinatas “puede convertirse en el principal desencadenante del colapso de la plataforma de hielo“, según los autores del estudio.

Los hallazgos añaden una nueva capa a una serie de estudios alarmantes que apuntan al rápido deshielo del glaciar.

Según un estudio de 2021, la plataforma de hielo podría romperse en los próximos cinco años, y el año pasado los científicos afirmaron que el glaciar Thwaites está “al límite” a medida que el planeta se calienta, con la posibilidad de un rápido retroceso en los próximos años.

“Sabíamos que estos glaciares estaban cambiando. Sabíamos que estaba relacionado con la temperatura del océano. Sabíamos que se estaban derritiendo. Sabíamos que la atmósfera se estaba calentando. Y sabíamos que los glaciares se estaban deshaciendo”, dijo Schmidt.

Lo que hacen las últimas investigaciones es aportar “las piezas que faltan” para averiguar exactamente cómo se está produciendo este cambio, afirmó.

Despliegue de Icefin en el glaciar Thwaites en enero de 2020. Crédito: Daniel Dichek/ITGC

Campamento de Icefin en el glaciar Thwaites en 2020. Crédito: Daniel Dichek/ITGC

David Rounce, glaciólogo de la Universidad Carnegie Mellon que no participó en el estudio, dijo a CNN que la nueva investigación ofrecía “nuevos conocimientos sobre la rapidez con que se está derritiendo la parte inferior de la plataforma de hielo y los mecanismos por los que se está derritiendo, que son muy importantes para mejorar nuestra comprensión y capacidad de modelar cómo cambiará Thwaites en el futuro”.

Davis dijo que la investigación puede ayudar a hacer proyecciones más precisas sobre el aumento del nivel del mar, que pueden alimentar los esfuerzos para mitigar el cambio climático y proteger a las comunidades costeras. Desde una perspectiva más personal, dijo, también espera que incite a la gente “a sentarse y tomar nota de los cambios que se están produciendo”.

“A pesar de su lejanía, las consecuencias de lo que ocurra en Thwaites afectarán a todo el mundo“, afirmó Davis.

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