El entusiasmo mundial por el hidrógeno verde ha crecido en los últimos años.

Producido a partir de agua y energía renovable, podría desempeñar un papel en la transición energética. En la actualidad, se usa principalmente como materia prima industrial y su producción global tiene una huella de carbono alta porque depende casi por completo de los combustibles fósiles.

Menos del 0,1% se produce a través de la electrólisis del agua, según la Agencia Internacional de la Energía.

Es un tipo combustible que se puede utilizar para almacenar, transportar y vender energía renovable. Pero como cualquier tecnología, su uso puede tener graves consecuencias para el medio ambiente.

Así lo indicó un nuevo estudio Universidad de Princeton y la Asociación Nacional Oceánica y Atmosférica, el que establece que afectaría la química atmosférica, incluida la retroalimentación positiva sobre el metano (CH4), el segundo gas de efecto invernadero (GEI) más importante.

“Plantea muchas preocupaciones ambientales y tecnológicas que aún deben abordarse”, señaló a Science Daily el investigador principal, Dr. Matteo Bertagni, del Instituto Ambiental High Meadows.

El problema con la molécula radical hidroxilo

Una molécula conocida como radical hidroxilo (OH) es señalada como “el detergente de la atmósfera” porque desempeña un papel fundamental en la eliminación de gases de efecto invernadero como el metano y el ozono.

Este elemento también reacciona con el hidrógeno y cualquier aumento en las emisiones de hidrógeno se traducen en el aumento del consumo de OH para descomponer el hidrógeno, dejando menos OH disponible para descomponer el metano.

Para Bertagni, los efectos de un “peak de hidrógeno”, que podría ocurrir a medida que se expandan los incentivos gubernamentales para la producción de él, tendría consecuencias climáticas que pueden durar décadas.

Por ejemplo, si el mundo cambiara a una economía verde basada en hidrógeno pero más del 9% de ese hidrógeno se filtrara a la atmósfera, aumentaría la cantidad de metano atmosférico. Las fugas de hidrógeno a la atmosfera tendrían que estar por debajo del 4,5% para evitar que esto pase.

“Si solo tiene una pequeña fuga de metano y de hidrógeno, entonces el hidrógeno azul que se produce realmente podría no ser mucho mejor que usar combustibles fósiles, al menos durante los próximos 20 a 30 años”, añadió.

Los investigadores reconocen que largo plazo los beneficios del hidrógeno comienzan a superar los problemas de fugas a la atmósfera, en un supuesto escenario dentro de 100 años, estos incidentes podrían compensar el 22% de los beneficios del hidrógeno.

“Si las empresas y los gobiernos se toman en serio la inversión de dinero para desarrollar el hidrógeno como recurso, deben asegurarse de hacerlo de manera correcta y eficiente (…). En última instancia, la economía del hidrógeno debe construirse de una manera que no contrarreste los esfuerzos de otros sectores para mitigar las emisiones de carbono”, sostuvo Bertagni.

Acuerdo sobre hidrógeno verde en Chile

En Chile, las proyecciones indican que esta fuente energética es esencial para la descarbonización de la matriz energética global, siendo un 18% de la demanda final de energía, según cifras del Ministerio de Energía.

El jefe de cartera, Diego Pardow, se trasladó a Países Bajos en el marco de una gira que tiene por objetivo consolidar la posición de Chile respecto al desarrollo del hidrógeno verde.

En ese contexto, se reunió con Allard Castelein, CEO del Puerto de Róterdam, para renovar el memorándum de entendimiento que expiraba a fines de marzo.

El acuerdo “contempla unir infraestructura portuaria y terminales de uso en áreas geográficas chilenas con altas perspectivas de exportación de hidrógeno”.

Además, firmó un compromiso con las autoridades neerlandesas una agenda conjunta que potencie el nuevo combustible.

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