Un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reveló que cerca de mil millones de niños, niñas y adolescentes corren un “riesgo extremadamente alto” de sufrir los efectos del cambio climático.
Sin embargo, lejos de ser víctimas pasivas, miles de jóvenes alrededor del mundo han decidido alzar la voz, manifestándose a un nivel nunca antes visto. Un ejemplo de ello es la activista sueca Greta Thunberg, quien hace tres años inició el movimiento internacional de los “Viernes por el Futuro”.
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“Cuando pienso en las nuevas generaciones, pienso en personas super despiertas que quieren ver cambios y no solo discursos bonitos (…) quieren documentos y acción real”, manifestó Julieta Martínez, fundadora de Tremendas, un colectivo cuyo objetivo es generar acciones de impacto social.
La activista recalcó que los niños, niñas y jóvenes están dentro del grupo de mayor vulnerabilidad frente a la crisis climática. “A ello se le suma si viven en una zona rural, son parte de una comunidad de migrantes, un pueblo originario o están en un contexto de pobreza”.
Los incendios forestales, sequías, falta de alimentos y escasez de agua son solo algunos de los problemas que se han visto agudizados a causa de la crisis climática. “Esta generación en particular se da cuenta que todas estas problemáticas están completamente conectadas”, afirmó la joven.
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Martínez sostuvo que en el país faltan instancias de conversación entre jóvenes activistas, expertos y autoridades. “Creo que es fundamental, ya que antes de llegar a hablar de agenda, de políticas públicas o proyectos de ley, creo que es necesario sentarse a la mesa”.
“Aquí no solo se trata de quién sea el próximo presidente o presidenta del país, se trata de generar un espacio donde realmente todas las voces sean escuchadas y también se vean involucradas”, enfatizó.
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