El garbanzo (cicer arietinum L) es una especie de leguminosa esencial para la seguridad alimentaria y la salud humana. De textura cremosa, deleita a los paladares de todo el mundo por su sabor, además de que es una nutritiva fuente de proteínas, fibra dietética y micronutrientes. 

Es la tercera legumbre más producida en el mundo en más de 50 países y en Chile se concentra cerca del 80% de los cultivos de producción. A pesar de lo anterior, su productividad se ha estancado durante los últimos 50 años y resulta trascendental conservarlas, pues son consideradas como las semillas nutritivas para un futuro sostenible.

Es por ello que un grupo de 57 científicos, 41 organizaciones y 11 países utilizaron la secuenciación genómica, es decir la identificación y detección de rasgos genéticos complejos en plantas, para mapear la variación en 3.171 garbanzos cultivados y 195 silvestres.

Los hallazgos publicados en la revista Nature, revelaron que es la secuenciación del genoma vegetal más grande del mundo, que proporciona información detallada de la variación genética y su “hoja de ruta”.

“Al emplear la secuenciación del genoma completo, hemos podido afirmar la historia del origen del garbanzo en la región mediterránea, su migración al resto del mundo y cómo las especies domesticadas evolucionaron y divergieron de su progenitor salvaje a lo largo del tiempo”, dijo el director del programa de investigación del Instituto Internacional de Cultivos para los Trópicos Semiáridos (ICRISAT) e impulsor de la investigación, Rajeev Varshney a UWA.

¿Cómo lo hicieron?

Los expertos construyeron un pangenoma de garbanzo (o sea la colección de todos sus genes) para describir la diversidad genómica entre garbanzos cultivados y sus accesiones progenitoras silvestres (capacidad de reproducirse exitosamente lejos de las plantas progenitoras).

“Aunque más de 80.000 accesiones de germoplasma de garbanzo se conservan en bancos de genes de todo el mundo, hasta ahora se han caracterizado muy pocas a nivel de secuencia del genoma”, señaló el coautor del estudio y director del Instituto de Agricultura de la UWA, Kadambot Siddique. 

Se espera que con la información encontrada, se pueda vincular la variación genética a la diversidad fenotípica (característica) para mejorar las aplicaciones de reproducción de esta legumbre.

Tags:

Deja tu comentario


Sigue la cobertura en CNN Chile