Desde tiempos inmemoriales, el ronroneo de los gatos ha intrigado y cautivado a los amantes de los animales. Este suave y reconfortante sonido ha sido un misterio durante mucho tiempo, pero recientes investigaciones científicas han arrojado luz sobre este fenómeno fascinante.

Tradicionalmente, se creía que estos suaves ronroneos eran el resultado de complejas contracciones musculares y estimulación neuronal. Sin embargo, un estudio reciente ha sacado a la luz nuevos hallazgos que desafían esta noción y revelan un enfoque sorprendentemente aerodinámico detrás del ronroneo felino.

Los científicos de la Universidad de Viena en Austria han descubierto que, a diferencia de lo que se creía, los gatos no necesitan complejas señales cerebrales para producir su distintivo ronroneo. Contrariamente a la creencia popular, el ronroneo no está impulsado por contracciones musculares activas, sino que se basa en principios biomecánicos y aerodinámicos únicos.

Analizando las laringes de gatos

Para llegar a esta nueva conclusión, el equipo se dedicó a analizar laringes extirpadas de gatos domésticos post mortem, descubriendo que estas son capaces de producir vibraciones y sonidos en el rango típico del ronroneo (entre 25 y 30 Hz) sin la necesidad de actividad muscular o señales neuronales. Contradiciendo la creencia previa de que el ronroneo requería una compleja actividad neuromuscular.

Anatomía de las cuerdas vocales del gato doméstico

Los científicos también identificaron adaptaciones anatómicas únicas en las cuerdas vocales de los gatos, como masas de tejido conectivo incrustadas en ellas. Estas adaptaciones permiten que las cuerdas vocales vibren a frecuencias extremadamente bajas, lo que contribuye al misterioso ronroneo felino sin requerir un control neuronal activo.

La teoría propuesta -teoría aerodinámica mioelástica (MEAD)- sugiere que el ronroneo de los gatos podría ser el resultado de una combinación de mecanismos pasivos y activos. Un resonador mecánico pasivo, como las cuerdas vocales vibrantes, podría estar influenciado por un sistema impulsado neuronalmente. Esta sinergia explicaría cómo los gatos pueden alternar entre diferentes tipos de vocalizaciones y la producción eficiente del ronroneo.

Estos descubrimientos, más allá de su relevancia científica, ofrecen una nueva perspectiva sobre la asombrosa naturaleza de nuestros amigos felinos. La próxima vez que escuches a tu gato ronronear mientras te acurruca, podrás apreciar aún más la magia detrás de ese suave zumbido felino, sabiendo que es una combinación de biomecánica y adaptaciones anatómicas únicas lo que lo hace posible.

Así que, la próxima vez que escuches a tu gato ronronear mientras descansa en tu regazo, podrás apreciar la maravilla científica detrás de ese sonido suave y tranquilizador

La investigación fue publicada en la revista Current Biology.

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