El conflicto a lo largo de la frontera de Kenia con Uganda y Sudán del sur, en África, se ha visto gatillado por la disminución de los recursos naturales y la severa sequía y hambre que asola la región.

El Programa Mundial de Alimentos reportó que al menos 2,4 millones de personas en el país corren el riesgo de pasar hambre debido a la crisis hídrica. Kenia es una de las naciones más vulnerables ante el cambio climático.

Lee también: “Un nuevo clima”: Los peores eventos meteorológicos del año 2020

De acuerdo a Al Jazeera, se espera que dos temporadas de lluvias fallidas consecutivas “generen crisis y emergencias en el este y norte de Kenia”.

“Cuando hay escasez de agua, tienden a ocurrir más ataques en los puntos de agua”, explica al medio de comunicación Ekidor Esekon, un habitante que fue atacado cuando estaba pastoreando vacas.

Por lo general, el agua se extrae por turnos de acuerdo con un acuerdo alcanzado entre las comunidades locales. Pero tales acuerdos no existen con “enemigos”, un término que usan para describir a las comunidades de las cercanas Uganda y Sudán del Sur que buscan comida y agua.

En la Organización de Desarrollo de Pastores de Turkana (TUPADO), una organización no gubernamental que trabaja con pastores de Turkana y en países vecinos como Sudán del Sur y Uganda, el director del programa Sammy Ekal dijo que se necesita con urgencia un gobierno y un esfuerzo humanitario más sólido en las áreas afectadas por la sequía.

Lee también: Por desvío de caudales: Estudio indaga sobre la sequía en lago Caburgua

Tags:

Deja tu comentario


Sigue la cobertura en CNN Chile