En una hazaña impresionante de exploración espacial, la NASA ha revelado los intrigantes secretos del asteroide Bennu, una roca ancestral de 4.500 millones de años.

Este viaje cósmico de la misión OSIRIS-REx, implicó que una cápsula galáctica recorriera 6.200 millones de kilómetros, culminando con un aterrizaje preciso en el desierto de Utah el 24 de septiembre.

¿La carga preciosa? Más de 60 gramos de “polvo oscuro” de Bennu, transportados por la sonda OSIRIS-REx.

Resultados preeliminares de la NASA

Estas muestras, sometidas a un análisis preliminar, han dejado a los científicos maravillados y sugieren que los componentes básicos de la vida podrían encontrarse en este asteroide.

Bennu, lejos de ser simplemente una roca espacial, es una cápsula del tiempo cósmica. En una conferencia de prensa junto a investigadores principales y el administrador de la NASA, Bill Nelson, se presentaron los resultados de los análisis iniciales del material traído de Bennu.

Estos revelaron la presencia de agua y moléculas orgánicas en la arcilla, junto con un impresionante 5% de carbono, ingredientes esenciales para la vida tal como la conocemos en la Tierra.

También se presentó la imagen de una muestra bajo microscopio, la cual revela pequeños puntos blancos, se trata de “glóbulos orgánicos”. ¡Esto es lo más interesante!, ya que no solo se trata de la muestra más rica en carbono que los científicos jamás hayan podido estudiar, sino que todos somos formas de vida basadas en carbono.

Al estudiar estos fósiles del espacio, los científicos están desentrañando los misterios de la formación de nuestro vecindario galáctico, incluso planteando la intrigante posibilidad de que los asteroides pudieron haber desempeñado un papel fundamental en el origen del agua y, quizás, incluso de la vida en nuestro planeta.

Estos logros marcan un hito en la exploración espacial y nuestra comprensión del cosmos. Las investigaciones en Bennu se suman a un conjunto cada vez mayor de datos sobre nuestro sistema solar.

La misión de OSIRIS-REx no termina aquí. La sonda ya está en preparativos para su próxima odisea: encontrarse con el asteroide Apofis en 2029, un evento que ocurrirá a solo 30.000 kilómetros de distancia de la Tierra.

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